|
sábado,
17 de
noviembre de
2007 |
Quedaron a mano
Fue entretenido. Los dos intentaron por todos los medios abrir el marcador, pero ninguno tuvo la claridad suficiente para poder lograrlo. Con más ganas y actitud que ideas Laferrere y Argentino pudieron hacer un partidazo pero se quedaron en el intento.
El Villero tuvo más oportunidades, pero el salaíto casi lo gana de contra. Los dirigidos por Di Giuli salieron decididos a presionar arriba con un Villalba muy participativo, que manejaba la pelota y creó las mejores situaciones por el sector izquierdo. El mediocampo albo no lograba hacer pie porque Sánchez estuvo muy solitario en la contención. Con el pasar de los minutos Oliva comenzó a manejar la pelota en el elenco visitante y se asoció con Fernández para inquietar al arquero anfitrión.
A los 20 minutos, tras una buena jugada de Oliva, lo tuvo Müller, quien tomó un rebote en la puerta del área y definió abajo y cruzado. Pero una buena reacción del arquero local evitó la caída. El salaíto dominaba el partido pero poco a poco, quien era su mejor jugador (Oliva) se fue apagando y con él decayeron las acciones de riesgo. Así, y casi sin quererlo, el sala le cedió el terreno al dueño de casa. Sus pretenciones de dominar el cotejo se desvanecieron y el Villero, de la mano de Villalba, comenzó a ganar la pelota, el mediocampo y, por ende, el control del encuentro.
Para el segundo tiempo las cosas no cambiaron. Laferrere, haciéndose cargo de su necesidad de sumar los tres puntos, salió decidido a ganar los tres puntos. Y los dirigidos por Raggio se replegaron para salir de contra. El salaíto apostó al pelotazo. De esta manera, el visitante tuvo las mejores situaciones de gol.
Sin embargo, con el ingreso de Blanco, el Villero arrinconó al rival contra el arco. Carmenini se asociaba bien con el enganche, pero un inspirado Casini abortaba todas intenciones de inquietar a Santiago Fernández. La tarea del joven defensor central rosarino fue implacable. Tanto de arriba como de abajo se convirtió en una muralla invulnerable para los atacantes anfitriones.
El albo, a pesar de que acumula cinco partidos sin victorias, se llevó un importante punto de la cancha de Tristán Suárez, donde Laferrere hizo ayer de local. De hecho, así lo dejaron sentado jugadores y cuerpo técnico una vez finalizado el encuentro. l
enviar nota por e-mail
|
|
|