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 sábado, 17 de noviembre de 2007  
Una lluvia de meteoros podrá verse esta noche

Esperar hasta la medianoche o bien levantarse antes del amanecer, y dirigir la mirada al este exactamente hacia donde está, la constelación de Leo. Eso deberán hacer estos días quienes no quieran perderse la lluvia de meteoritos conocida con el nombre de Leónidas y que se produce todos los años. La mayor actividad del fenómeno, según aseguraron los especialistas del Observatorio Astronómico Municipal, se producirá esta noche y mañana, lo que permitirá verlo sin necesidad de utilizar instrumentos ópticos especiales. Eso sí, recomiendan hacerlo desde lugares alejados de los centros urbanos y dirigir la mirada a unos 25 grados por encima de la línea del horizonte.

   La lluvia Leónidas, que justamente lleva ese nombre porque su radiante proviene de la constelación de Leo, ocurre todos los años durante noviembre. Y es producida por el encuentro de la Tierra con los restos del cometa llamado Tempel-Tuttle (ver aparte) cada vez que el planeta atraviesa la órbita de este cuerpo celeste.

   Si bien los mejores lugares para observar este fenómeno serán la isla de Hawai, Australia, Norteamérica y los países asiáticos, donde se estima que se divisarán unos 8.000 meteoros por hora, en Rosario y alrededores también podrá mirarse a simple vista. Y la observación será mejor aún si el cielo se mantiene despejado.



Las causas. Las lluvias de meteoros son fenómenos que se relacionan con el paso de un cometa que deja restos de materia y con el cual la Tierra se cruza en determinada época. De acuerdo a la constelación y la zona del cielo desde donde aparentemente aparecen dichas estrellas fugaces, se otorga el nombre a la lluvia meteórica en cuestión.

   En el caso de Leónidas, lo que se podrá ver en el cielo son pequeños fragmentos que en rigor tienen un tamaño similar a un grano de arena, los más pequeños, hasta pelotitas de tenis, los más grandes. Estos restos fueron dejados por el paso del cometa Tempel-Tuttle y cada 33 años la lluvia resulta espectacular, por lo que para ver la próxima de gran envergadura habrá que esperar hasta noviembre de 2031.

   Según los especialistas, en esas jornadas espectaculares se producen lluvias de unos 100.000 meteoros por hora o como en noviembre de 1966, cuando se vieron unas 150.000 estrellas fugaces por hora.

   Aunque el espectáculo quizás no alcance esa magnitud en la ciudad, los rosarinos podrán verlo hasta el miércoles. Esta noche y mañana el fenómeno tendrá su máxima actividad. Habrá que estar atentos y con la mirada hacia el este. l
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