|
miércoles,
14 de
noviembre de
2007 |
Una ola de huelgas contra Sarkozy amenaza con paralizar a Francia
Los sindicatos pretenden revertir los planes del gobierno de eliminar ciertos privilegios jubilatorios. Según los sondeos, la mayoría de los franceses apoya las reformas del presidente
París.— El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se enfrenta a una serie de huelgas de distintos sectores que amenaza con paralizar el país, en un abierto desafío de los sindicatos contra sus planes de eliminar privilegios jubilatorios. La medida de fuerza podría durar días o semanas, convirtiéndose en la mayor huelga que sufrió el país en más de 10 años.
Desde Berlín —donde se encontraba reunido con la canciller Angela Merkel—, Sarkozy rechazó las razones de la huelga y ratificó que está dispuesto a llevar a cabo sus reformas sociales “con determinación y sangre fría”.
“No es un test (del modelo social), hay reformas que ya se han hecho en Europa”, dijo el mandatario. “Perseguiré estas reformas hasta el final. Nada me apartará del camino”, aseveró. Los amplios planes de Sarkozy incluyen desde suprimir empleos públicos hasta una reforma del sistema universitario.
Las encuestas de opinión indican que la mayoría del pueblo francés respalda al presidente. Según un sondeo reciente, el 68% de los franceses está en contra de la huelga, mientras que el 54% se manifiesta de acuerdo con terminar con los privilegios de algunos empleados públicos, que pueden jubilarse a una edad más temprana.
Por otro lado, ciertos analistas estiman que gran parte del país estará dispuesto a sumarse a las medidas de fuerza, en defensa del “status quo” y en reclamo de mejoras salariales.
Sin transporte. La primera piedra que lanzaron los sindicatos es una huelga de servicios ferroviarios de corta y larga distancia por tiempo indefinido, que empezó ayer a las 20 (hora local). Hoy se sumará el resto del transporte público de París, los empleados de los servicios de gas y electricidad y hasta los de la ópera.
La red ferroviaria estatal SNCF dijo que preveía que sólo 90 de sus 700 servicios interurbanos de alta velocidad funcionen durante la huelga, así como una décima parte del número normal de colectivos y subtes en la capital francesa.
De manera progresiva se plegarán a la medida los empleados de correos, maestros, jueces, estudiantes universitarios, pescadores y pilotos de helicópteros del sistema de salud público, según fue anunciado por los sindicatos y organizaciones que los representan.
Cada día los diferentes sectores gremiales decidirán la continuación o no de la medida de fuerza, una acción similar a la del pasado 18 de octubre, que duró cinco días y tuvo una adhesión del 75%.
Beneficios cuestionados. El principal malestar está dirigido a los proyectos de Sarkozy de eliminar regímenes especiales de pensión, por los cuales ciertos trabajadores estatales aportan durante 37,5 años para jubilarse, en lugar de los 41 que aporta el resto. El mandatario quiere que todos aporten durante 41 años.
“Si no se hace hoy esta reforma, nadie puede garantizarles que en 10 ó 15 años puedan seguirse pagando sus pensiones”, dijo el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand. Las normas especiales fueron aprobadas tras la Segunda Guerra Mundial para los trabajadores de empleos más físicos, y permiten a algunos jubilarse más temprano. Casi un millón de trabajadores del sector público se ven beneficiados por estos regímenes especiales.
El gobierno sostiene que este sistema quedó obsoleto, es injusto y costoso, y subraya que tendrá que inyectar 5.000 millones de euros en los fondos especiales de pensiones sólo este año para equilibrar sus cuentas.
Los sindicatos, por su parte, sostienen que esta huelga es nada más que el primer paso en su lucha contra las reformas que proyecta Sarkozy, que para el año próximo quiere suprimir 28.000 empleos públicos.
Ambicioso objetivo. El objetivo final de los sindicatos es realizar una medida de fuerza similar a la de 1995, que se extendió durante tres semanas y forzó la renuncia del primer ministro Alain Juppé, quien también intentó eliminar privilegios jubilatorios.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Los franceses se apuraron a subir a los trenes, antes de que arrancara un paro por tiempo indefinido.
|
|
|