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lunes,
12 de
noviembre de
2007 |
Ceferino fue beatificado entre ritos católicos y proclamas en mapuche
Una multitud de peregrinos participó en la ceremonia realizada en la
rionegrina Chimpay
Ceferino Namuncurá, el mapuche venerado por miles de fieles de toda Latinoamérica, quedó formalmente inscripto ayer en el catálogo de los beatos de la Iglesia Católica. La proclamación oficial de la beatificación la realizó el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, en representación del Papa Benedicto XVI, en la localidad rionegrina de Chimpay, ante unas 60 mil personas, según las estimaciones policiales, y 100 mil según los organizadores.
En el altar sobre un escenario de 800 metros cuadrados de superficie, levantado en el parque Ceferiniano de Chimpay, cerca de donde nació el 26 de agosto de 1886 el flamante beato, junto a Bertone se ubicaron el cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio; el rector mayor de los salesianos, Pascual Chávez Villanueva; el nuncio apostólico en nuestro país, Adriano Bernardini; y otros 40 altos dignatarios eclesiásticos.
En la primera fila del público se ubicaron el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli; el secretario de Culto, Jorge Oliveri; el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz; la vicegobernadora de Buenos Aires, Graciela Giannetasio; y el embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Custer.
Chimpay (paso en el río o vado, en mapuche) tiene unos cuatro mil habitantes, en el Valle Medio rionegrino, pero los vendedores la transformaron en un mercado persa.
Los representantes mapuches Hermelinda Painequeo y Aparicio Millapi leyeron en su lengua araucana (el mapudungun) y español el texto formal de pedido de beatificación.
La petición se hizo “en nombre de todo el pueblo de Dios peregrino y en particular de los mapuches cristianos, de la familia Namuncurá, de los jóvenes, los más pobres y de la familia salesiana”.
El obispo de Viedma, Esteban Laxague, asumió el rol del pedido en nombre de la Iglesia de la región y sostuvo que “en esta tierra patagónica, marginada y muchas veces explotada, pobre de población y de estructuras, Dios quiso suscitar frutos de santidad”, en referencia a los beatos Laura Vicuña, quien vivió en Junín de los Andes, y Don Zatti, que habitó en Viedma.
Durante la misa, tras la beatificación, Bertone destacó que “esta es la primera beatificación que se realiza en Argentina y también la primera celebrada en un pequeño pueblo, como Chimpay, que se convierte en grandísimo por esta muchedumbre de amigos de Ceferino”.
El enviado papal despertó aplausos cuando informó que en la Capilla Sixtina, en la Santa Sede, una imagen del flamante beato ya fue entronizada junto a la estatua de San Juan Bosco, fundador de la orden de los salesianos, y afirmó “Ceferino, de Chimpay y de la Patagonia, ahora está allá en Roma”.
En la carta del Papa Benedicto XVI, leída por Bertone (ver aparte) se anunció que la fiesta anual en homenaje a Ceferino será celebrada cada 26 de agosto, en conmemoración de su nacimiento.
Uno de los momentos más emotivos de la celebración, animada por el cura párroco de Patagones, Pedro Narambuena, se produjo al descubrir la imagen gigante de Ceferino, de diez metros de alto y cuatro de ancho.
El carácter bicultural del acto, con fuerte presencia de las manifestaciones ancestrales, se reforzó con las ofrendas de representantes mapuches.
Unos 60 lonkos (jefes) y machis (sanadoras) vestidos con ropajes típicos tuvieron lugar preferencial en la platea
Milagro a pedido. Valeria Herrera de Koua asistió al acto. La joven de 31 años, protagonizó a los 24 el milagro reconocido a Ceferino.
Vivía en Bialet Massé, a 70 kilómetros de la capital cordobesa y, tras ser monja, se casó con un ex cura, en 1998.
Un cáncer de útero la llevó en 2000 a rogar a Ceferino. Dice que lo invocó indicándole que “si le faltaba un milagro para ser santo”. Bueno, hacémelo a mí”. Luego, al concurrir a quimioterapia, la médica se asombró: “Estás sin tumor”. El cáncer había desaparecido. La historia clínica se cerró con las palabras “involución espontánea” . (Télam y DyN)
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Fotos
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Una imagen de Ceferino presidió ayer en Chimpay, Valle Medio rionegrino, su beatificación. La ceremonia fue encabezada por Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano.
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