Año CXXXVII Nº 49654
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Información Gral
La Región
Opinión
Escenario
Policiales
Educación
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 11/11
Mujer 11/11
Economía 11/11
Señales 11/11
Educación 10/11
Página Solidaria 17/10
Estilo 06/10

contacto
servicios
Institucional

 lunes, 12 de noviembre de 2007  
“No registraban que sus hijos tenían hambre”

“Es flaquito, eso le hace mal al cerebro y después le va a ir mal en la escuela”. Así, la pediatra Mabel Gómez intenta explicar a las madres que sus hijos padecen un cuadro de desnutrición, un mal que puede afectar el cerebro de los chicos de por vida. Gómez lleva más de 12 años tratando la problemática en el Centro de Salud Nº 22 del distrito sur.

   Cuando comenzó a trabajar en la zona había unos 300 chicos con desnutrición. Hoy sólo se mantiene un 12 % de ese total, lo que representa 36 casos. Estudió de cerca cada situación y descubrió que las madres “no registraban que sus hijos tenían hambre”.

   “Vimos que las madres habían olvidado cómo cocinar porque proliferaban los comedores escolares, y se había perdido el hecho de sentarse a comer en familia”, explicó la pediatra.

   La especialista recordó un caso paradójico: el de una madre de 50 años que tuvo un bebé de 3,200 kilos y a los 17 días el pequeño pesaba dos kilos. La mujer ni siquiera reconocía a su hijo y no lo podía alimentar porque estaba deprimida.

   Después de llegar a un grado tres de desnutrición, algo que se define como un cuadro muy severo, la criatura fue internada en un servicio de neonatología. Ahora se encuentra dentro de parámetros normales y su mamá logró registrarlo y conectarse con él: le habla y lo besa.

   El caso es uno más de los tantos que se registran en Rosario y su zona de influencia y muestra a las claras que el problema de la desnutrición está latente en las barriadas más humildes.



Un paliativo. El programa Nutrirmás intenta sofocar en parte esta realidad. El vale equivale a cien pesos, canjeables, en almacenes y supermercados adheridos, por alimentos que repercutirán de manera positiva en el organismo de los chicos que luchan a diario contra el bajo peso.

   La otra batalla, la de la igualdad de oportunidades para todos los niños, vivan en barriadas o en los sectores más selectos de la ciudad, es una que también debe librarse y sin dudas ocupar el primer lugar en la agenda de los funcionarios, sean nacionales, provinciales o locales.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Notas Relacionadas
En el Gran Rosario 3.100 chicos son tratados por desnutrición



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados