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 lunes, 12 de noviembre de 2007  
En el Gran Rosario 3.100 chicos son tratados por desnutrición
Tienen menos de seis años. A sus madres se les otorga un bono canjeable por alimentos

María Laura Favarel / La Capital

Sólo en el departamento Rosario hay alrededor de 5.300 chicos que presentan cuadros de desnutrición, de los cuales, más de 3.100 —todos menores de seis años— se encuentran en tratamiento. Así lo reveló el jefe del Area VIII de Salud, Miguel Rabbia, quien monitorea los alcances del programa Nutrirmás, un plan que apunta a bajar estos índices y que está destinado básicamente a asistir a los niños con menos de seis años.

   El programa comenzó a instrumentarse hace dos años y consiste en la entrega de tickets de comida por 100 pesos a las madres o personas a cargo de aquellos niños que los médicos diagnostican con “riesgo nutricional”. De este modo, el plan instrumentado de manera conjunta entre la Nación y el Ministerio de Salud provincial, está destinado a asistir a los chicos menores de seis años que presentan un diagnóstico de desnutrición, según normas utilizadas por el Programa de Salud Integral del Niño. El beneficio puede alcanzar, como máximo, hasta a dos nenes de una misma familia.

   Los tickets son mensuales y se pueden canjear por alimentos en una red de comercios adheridos, entre los cuales se cuentan carnicerías, verdulerías o panaderías. Eso sí: con los vales no se pueden comprar gaseosas, golosinas, cigarrillos ni artículos de limpieza.



Contraprestación. La suma otorgada exige a las madres participar de cursos de capacitación donde se brindan conocimientos sobre la importancia de la comida familiar, el aprovechamiento de los alimentos y recetas útiles. En esos ámbitos también trabajan psicólogos, asistentes sociales y técnicos en minoridad y familia.

   Los médicos realizan un seguimiento de la evolución del estado sanitario de los pequeños, para lo cual las madres deben llevar a los niños para que se les realice un chequeo mensual. En esos controles se puede comprobar si existe una mejoría. Además, y como condición que debe cumplirse a rajatabla, para seguir cobrando el ticket las familias deben cumplir con el calendario de vacunación.

   La detección de los problemas nutricionales se realiza a partir del primer mes de vida, tiempo a partir del cual las madres llevan a sus bebés al centro de salud zonal. Allí los médicos evalúan la talla y el peso, miden el diámetro del cráneo y, según pautas específicas, pueden determinar si ese niño está desnutrido o en riesgo.

   A partir de entonces la madre mantiene una entrevista con un asistente social, quien define si puede acceder al ticket Nutrirmás.



El seguimiento. Una vez por mes, los médicos chequean el estado de salud general de los pequeños y las madres participan de los talleres que se realizan en las vecinales .

   “La desnutrición no es una cuestión de falta de alimentos, sino social”, destacó la coordinadora del programa en Rosario, Roxana Tulino. “Por eso se realiza un abordaje integral de la temática alimentaria”, señaló.

   La médica pediatra Mabel Gómez, quien hace 12 años trabaja sobre la problemática de la desnutrición en Rosario, también aseguró que ese problema “no se soluciona sólo dando de comer, sino intentando desarrollar el vínculo madre-hijo”.

   Algo es seguro, las cifras no hacen más que mostrar otra cara de Rosario: aquella alejada del promocionado boom turístico y cuyo rostro, lacerante, se pasea por las barriadas más humildes. Allí, entre las calles de tierra y las casas con techos de chapa, cerca de 5.300 chicos están desnutridos.
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La desnutrición es un cuadro que puede afectar el normal desarrollo cerebral de los niños.

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