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sábado,
20 de
octubre de
2007 |
El gobierno de Pakistán rechaza acusaciones de Bhutto
Karachi- El gobierno de Pakistán rechazó hoy las acusaciones de la ex primera ministro Benazir Bhutto de que algunos funcionarios podrían haber querido matarla, y dijo que hizo todo lo posible para protegerla en su regreso del exilio.
Bhutto culpó a milicianos de Al-Qaeda y el Talibán por un ataque suicida en su contra en el que murieron otras 136 personas el jueves. Pero también sugirió que los seguidores del ex gobernante militar general Zia ul-Haq, y posiblemente funcionarios del gobierno actual, podrían haber estado involucrados.
“Creo que deberíamos dejar de jugar al juego de la culpa. El gobierno le suministró a ella la mejor seguridad posible”, manifestó a la AP el ministro de Información Tariq Azim. “El trauma del ataque ha hecho que digan cosas que probablemente no repetirían si estuvieran más calmos”.
“Se han mencionado nombres de personas y se han sugerido nombres sin suministrar ninguna razón o sin ofrecer ninguna prueba de su participación, y eso es injusto”, sostuvo.
La lista de personas que podría haber apuntado contra la ex primera ministra es larga. Bhutto ha fustigado a los remanentes del régimen de Zia, que tomó el poder por la fuerza en 1977, y luego arrestó y ahorcó a su padre, el por entonces primer ministro Zulfikar Ali Bhutto, por una presunta conspiración para matar a un opositor político.
Dijo que muchos de esos hombres están resueltos a desestabilizar a Pakistán. Indicó también que los extremistas islámicos podrían también estar empeñados en impedir que una mujer modernice a Pakistán.
Sus declaraciones durante una rueda de prensa del viernes en la noche, dejaron muchos interrogantes, pero también revelaron que la ex primera ministro cree que algunos paquistaníes poderosos fueron responsables del ataque.
“No estoy acusando al gobierno, sino a algunos individuos que abusan de sus posiciones y poderes”, expresó. “Sé quienes son mis enemigos”.
Los funcionarios dijeron que el atentado comenzó cuando un hombre arrojó una granada en medio de una multitud que seguía al convoy de Bhutto, y luego se inmoló.
Fue uno de los ataques más letales de la historia de Pakistán. Las autoridades de seis hospitales reportaron 136 muertos y cerca de 250 heridos.
El gobierno dijo el sábado que aún no quedaba claro quién fue el responsable.
“Hasta ahora no podemos decir que fue realizado por al-Qaida, pero aún están en marcha las investigaciones”, manifestó el ministro del Interior Aftab Jan Sherpao. (AP)
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