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sábado,
20 de
octubre de
2007 |
La fuerza del rugido de Fénix
Si bien la reserva Mundo Aparte se encuentra en un espacio donde no hay viviendas particulares a su alrededor, los vecinos de la zona escuchan sonidos de los animales durante la noche y temen que sean quejidos por su estado de salud o alimentación.
“A la noche se escucha el rugido del león a diez cuadras a la redonda. No sabemos si está enfermo o tiene hambre”, dijo un hombre que vive en la diagonal Netri.
También los habituales clientes de una estación de servicio ubicada en Sorrento y Machaín, a siete cuadras del predio, sienten al llamado rey de la selva.
Aunque otra versión que suele circular por el barrio es la de un puma que se escapó y lo encontraron en el bosque de los Constituyentes.
María Esther Linaro, la encargada del predio, se esforzó por echar por tierra todos esos rumores: “Al león no se lo escuchó durante un año porque estaba enfermo”.
“Lo rehabilitamos y ahora es muy saludable que ruja. Además, está muy bien alimentado. Con su expresión quiere demarcar el terreno, es algo normal y demuestra su naturaleza”, agregó.
Advertencia. Respecto de la supuesta fuga de un puma, Linaro fue contundente en la desmentida.
“El día que se escape un animal de acá, no me lo voy a perdonar. Me enteré lo del puma, pero no era de la reserva. Probablemente pertenecía a un particular”, explicó.
Aunque La Capital no lo pudo corroborar, se dijo que algunos vecinos llegaron a juntar firmas en procura del traslado de los animales a otro lugar.
Lo cierto es que Linaro intentó llevar tranquilidad a los inquietos vecinos.
“No hay problemas, los animales están muy bien alimentados y reciben asistencia veterinaria todo el tiempo. No se quejan por hambre o porque estén enfermos”, sostuvo.
A simple vista, el jabalí Pipó, la pareja de leones Fénix y Brisa, los zorros Carla y Loco, los cuatro pumas, el ciervo Sol, los monos y los coatíes están en buenas condiciones de seguridad y sanitaria.
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