|
lunes,
15 de
octubre de
2007 |
Los charrúas no tuvieron escalada
Mariano Bereznicki / La Capital
Todo pintaba para hacer posible la escalada. Pero se apunó en el intento. Cuando tuvo que sacar a relucir su condición de favorito, no hizo más que perderse en el aturdimiento y el anonimato. Y eso le terminó jugando una mala pasada. Del otro lado tuvo a un rival limitado por donde se lo mire, que ofreció todo tipo de ventajas en el fondo, pero no lo aprovechó. Aunque Central Córdoba estuvo en un determinado momento a punto de quedarse seco, a juzgar por lo que se vio en escena, el devaluado empate ante Talleres no hizo más que reflejar la pobre performance de los charrúas.
Ambos utilizaron los minutos iniciales para analizar la táctica ajena. Los de Tablada se posicionaron con mayor peso sobre el campo adversario. La estrategia del Bocha Forgués daba sus frutos. Porque el equipo se encendía cuando Bezombe se juntaba con Canuto. Pero también al charrúa le saltaba la térmica cuando Enrique y Giménez les ganaban las espaldas a Cruz y Urquiza.
El tiempo comenzó a consumirse entre la intermitencia charrúa y la abulia rojiblanca. Si bien la visita se perfilaba para abrir el marcador, ya que Gambandé comenzaba a tener participación activa, el anfitrión, en la primera incursión por territorio charrúa, tuvo la situación más clara del encuentro.
Enrique vio una grieta por derecha y se le filtró a Cruz. Y el volante de Tablada no tuvo mejor idea que bajarlo dentro del área. Claro penal. Marcos Godoy lo ejecutó suave y a la derecha. Y Santilli se que quedó con el remate. Pero como el arquerito se adelantó, hubo que repetir la escena con los mismos protagonistas. El atacante de Talleres ejecutó al mismo lado y otra vez el uno le impidió que abriera el marcador.
A partir de ahí parecía que Córdoba tomaría esa acción como un energizante. Pero hasta la hora de ir al descanso, el equipo de Forgués no acusó respuestas. Como dato positivo se destaca que cuando la adversidad tocaba las puertas, Miño se las ingenió para batallar solo en el mediocampo.
Lo de Talleres fue muy chato. Pura impotencia. Pero Central Cordoba también se mostró flojo. No tuvo nada que envidiarle a su oponente, más allá de que sobre el final Bochietti y Montedoro tuvieron dos claras chances para vulnerar a Gambandé.
Luego de un buen comienzo, el charrúa se desdibujó. Y el tridente ofensivo integrado por Bezombe, Pierani y Bochietti pasó a cuarto intermedio rápidamente. Por eso se volvió sólo con un punto, que no fue buen negocio teniendo en cuenta que la aspiración es luchar por los puestos de vanguardia. l
enviar nota por e-mail
|
|
|