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 lunes, 15 de octubre de 2007  
Viajeros del Tiempo
Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Así en el cine como en la vida. Salí de la semipenumbra de esas cuatro esquinas y entré en una callejuela iluminada por un cartel donde se leía: “Cine de la alegría”. Oí las notas pausadas de un piano de manubrio que, colocado en el saloncillo del “cine” acompañaba las titilantes imágenes, y cuyo sonido salía por la ancha puerta de la entrada y se desparramaba quejumbroso en la callejuela. Al pasar, unos ojos negros me salieron al paso, y al alejarme, llevando en mi mirada esa mirada, oí a mis espaldas una risita burlona. Me dí vuelta, pisé fuertes las baldosas y entré en el “Cine de la alegría”. En la sala se hinchaban las tinieblas, agujereadas por dos anchos conos de luz azul que pintaban en el fondo una escena bufonesca. Sonó una carcajada. Otra. Moviéronse en las sillas unos. Se aproxima el desenlace. Risas finales. Se quiebra la luz azul, huyen las tinieblas. Los pequeños ventiladores metálicos colocados en la pared levantaban remolinos de polvo y las plumas de los sombreros vibran a impulsos del aire renovado. Algún encaje volandero descubre un brazo de nácar y una manecita que guardaba, plegado en su regazo, el secreto del país de su abanico. Giro el rostro. Junto a mí una brava morocha de rojos labios sensuales alardea de la picardía de sus ojos ladrones. La miro. Comienza una cinta de amor con el título “Flirt”. Son dos jóvenes que acaban de conocerse y ya se aman, tan pronto. El la sigue, osado. A veces temeroso se oculta en un portal. Pero vuelve a seguirla. Acorta los pasos. Los amortigua. Ella, adelante, acompañada de su mamá y de una chiquilla, su hermana menor. ¡Y coincidencia! Lo mismo de la cinta me pasa con la morocha. La sigo hasta su casa y veo a través de los cristales las sombras gigantescas de su cuerpo. Al rato sale una chiquilla, su hermanita. Se acerca a mí y con timidez me desliza su bracito por la espalda. “Este abrazo se lo manda a usted mi hermana”, dice, y evocándola un calor ardiente me inflama las entrañas. (1910)

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