Ischigualasto: tesoros en suelo cuyano

Luego de aprovechar la enriquecedora experiencia de visitar el Valle de la Luna, también hay que hacerse un lugarcito para conocer interesantes rincones sanjuaninos y disfrutarlos en familia o entre amigos. Aventuras en gomones por serpenteantes rápidos, en tablas de windsurf en un lago color esmeralda, o a caballo por verdes alamedas. San Juan también seduce con su tradición, la simpleza y generosidad de su gente, y una oferta de destinos que poco a poco se va posicionando dentro del turismo nacional.

Iglesia: en su impactante territorio ofrece un gran abanico de opciones ideales para practicar turismo aventura, pesca, turismo rural, degustar exquisitos chivos y corderos o adquirir productos y artesanías del lugar. Pero el punto más destacado de Iglesia es el Parque Nacional San Guillermo, una de las reservas naturales más importantes del mundo, cuyo fin es la preservación de guanacos y vicuñas (especies en extinción), que comparten su hábitat con el zorro colorado, el puma, el ñandú y el cóndor.

Termas de Pismanta: a 187 kilómetros de San Juan, Pismanta ofrece las ventajas de su clima cordillerano seco con vertientes termales. Allí se encuentra el Centro Termal Pismanta, reconocido a nivel internacional por las propiedades curativas de sus aguas que brotan a 45ºC de vertientes volcánicas ubicadas a 2.010 metros bajo la superficie, y son muy recomendadas para afecciones del sistema termorregulador del organismo.

Rodeo: Rodeo es la villa turística de la ciudad de Iglesia, con variedad de alojamientos que incluyen hotelería, campings, cabañas y posadas. Con su paisaje de enormes bellezas naturales, es uno de los centros turísticos de San Juan que más ha crecido en los últimos tiempos. Posee un excelente clima, con poca humedad y temperaturas agradables casi todo el año.

En Rodeo, vale la pena disfrutar de El Martillo, una granja de 50 hectáreas propiedad de la familia Meglioli. Allí también funciona un coqueto restaurante donde la especialidad de la casa son las truchas, corderos y conejos que ellos mismos crían. Además cultivan frutas, hortalizas y hierbas aromáticas que utilizan en el preparado de los manjares que ofrecen. En el establecimiento también se crían llamas y guanacos que aportan sus lanas para la confección de ponchos, sweters, caminos para mesas, gorros y otras artesanías.

Dique Cuesta del Viento: A pocos kilómetros de esta pintoresca granja, se encuentra el dique Cuesta del Viento, incrustado en las montañas que bordean el imponente espejo de agua cristalina color turquesa. El paraje está inmerso en un espectacular entorno de cordillera que permite apreciar la naturaleza de un lugar único en el mundo. El fuerte y constante viento que corre en el lugar, sumado a las características de su clima y de sus aguas, hacen que sea considerado, por los entendidos, como uno de los mejores lugares del planeta para la práctica del windsurf.

Este espejo de agua tiene una característica de lo más curiosa ya que hasta el mediodía es un apacible lugar para la pesca de pejerreyes, pero a partir de las dos de la tarde llega un fuerte viento que lo convierte en un lugar como pocos en el mundo con vientos de hasta más de 100 kilómetros por hora. A un costado del lago, el el cordobés Felipe Lamanuzzi está al frente de Puerto de Palos, una guardería de tablas y escuela de windsurf.

Felipe contó a este diario que llegó a Cuesta del Viento en 2000. “Vine por un día y ya me quedé acá. Podría decirse que estoy instalado en este paraíso. Acá les damos todo lo que necesiten para practicar este deporte que cada año tiene más adeptos”, comentó el aventurero.

Jachal: es una ciudad tranquila y muy tradicionalista. En ella se celebra cada año la Fiesta de la Tradición, con desfiles, carruajes y diversos espectáculos. Aquí se puede visitar la Iglesia de Jáchal, monumento histórico nacional, donde se puede apreciar el Cristo Crucificado, imagen de tamaño natural, de cuero negro y articulado, realizado por indios de origen cusqueño y traído desde Potosí en 1783. Otro punto destacado es el dique Los Cauquenes, ideal para la pesca deportiva del pejerrey. En la plaza principal de Jáchal se encuentra el Monumento a la Cacerola, símbolo de la protesta popular que desembocó en 2001 en la renuncia del intendente del pueblo.

Huaco: Cuna del poeta Buenaventura Luna, que plasmara en sus poemas el amor y la pasión por su terruño, conserva testimonios de una época floreciente de la economía jachallera, como lo es el viejo molino harinero exponente de la vida de este pueblo, que junto a otros molinos de la zona, conforman el circuito de los Viejos Molinos, declarados Monumento Histórico Nacional.

Iglesia y sus serpenteantes y bellos cañadones.