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 domingo, 07 de octubre de 2007  
Camino a la Rosada. El candidato a presidente por Recrear no cree que haya ballottage el 28 de octubre
“No sé por qué la sociedad no castiga la obscenidad del gobierno”
López Murphy dice estar conmovido por la pasividad ciudadana frente a los hechos de corrupción

Walter Palena / La Capital

Ricardo López Murphy está en crisis. No logra entender cómo la sociedad muestra cierta pasividad ante los hechos de corrupción y las mentiras del gobierno. Eso se corrobora, dice, con las encuestas que muestran a Cristina Fernández al tope de las preferencias para ganar la elección en primera vuelta. En este punto admite lo que los otros candidatos niegan. Afirma que la esposa del presidente hoy supera el 40 por ciento, con una diferencia abismal sobre el segundo.

Esta admisión, empero, no deja de sulfurar al candidato a presidente por Recrear. Su enojo con la sociedad se basa en el encadenamiento de episodios escandalosos, como los falsos índices de la inflación, la valija bolivariana, el caso Skanska, entre otros. “¿Por qué la sociedad se enojaba con (Carlos) Menem y no con estos (por Kirchner y Cristina), que son más obscenos?”, plantea López Murphy en una pregunta retórica que no encuentra respuesta lógica.

Acompañado por Jorge Isern, quien secunda a Marcelo Muniagurria en la lista de candidatos a diputado nacional, López Murphy dialogó con La Capital sobre la perspectiva electoral de cara al 28 de octubre y, aunque no cree que haya ballottage, dijo que de suceder eso trabajará para Elisa Carrió en caso de que la fundadora del ARI logre llegar a esa instancia.

—Se lo nota decepcionado con la sociedad.

—Tengo una crisis. Yo nunca me sentí distante de mi pueblo y esta vez tengo diferencias que me cuesta conciliar. Han ocurrido tantos escándalos, como las bolsas en los baños de los ministros, las valijas bolivarianas, los coimeros de la Aduana, Skanska y los sobreprecios de De Vido, el fraude en Córdoba, la tasa de inflación. Pero, al mismo tiempo, veo las encuestas que están indicando que el oficialismo estaría blindado a esos episodios. Eso me choca y me pregunto por qué a la población no le produce el mismo repudio. El presidente nos trata de estúpidos. Insisto: miente con el índice de precio, el de la pobreza, en los indicadores monetarios. ¡Y no pasa nada!

—¿Tiene alguna explicación racional para ello?

—No, por eso estoy conmovido. Hay una dificultad enorme.

—¿Pero el armado de su fórmula también vino con dificultades?

—No, fue la fórmula de Recrear y es la que están apoyando nuestros aliados.

—Apoyos tardíos...

—Sí, hubo una actitud de retaceo, sobre todo en un lugar crítico como la provincia de Buenos Aires. Pero acá en Santa Fe vamos muy unidos; en Córdoba también.

—¿Por qué Macri lo apoya en Capital Federal y no en la provincia de Buenos Aires?

—La provincia de Buenos Aires es un problema y fue lo que me motivó a tener una doble candidatura.

—¿Por qué no arreglaron esa cuestión?

—Por la misma razón que en Mendoza Lilita no va con el ARI. Somos todavía fuerzas imperfectas. La oposición no hace todo bien. Si las fuerzas de centro hubieran nominado su fórmula el 24 de julio de una manera contundente, hoy estaríamos punteando en las encuestas.

—¿La elección en Capital Federal modificó la estrategia?

—No, cuando yo apoyo, lo hago de manera contundente.

—Pero ese respaldo no fue recíproco.

—Es cierto, pero no me quedo en el pasado. Con lo que tenemos vamos para adelante.

—¿Hay segunda vuelta?

—La única forma es que Cristina baje del 40 por ciento, y hoy está arriba de ese porcentaje en las encuestas que todos conocemos.

—Ahora hay una discusión de moda sobre si es conveniente crecer porque eso genera inflación.

—No creo en eso. Los países que más crecen en el mundo son los que tienen una economía estable. Esas afirmaciones no se sustancian analíticamente. Al que dice eso habría que darle un triple Nobel de economía si puede demostrar semejante burrada.

—¿Cuál es la principal dificultad que enfrenta la Argentina?

—La exagerada inflación, porque el gobierno decidió hacer una política populista y demagógica para facilitar la elección a la esposa del presidente, que además es un escándalo que usen el avión presidencial para la campaña. ¡No les alcanza el avión que compró Menem para viajar! Ahora me pregunto: ¿Por qué la sociedad se enojaba con Menem y no lo hace con estos, que son más obscenos que Menem?

—¿Cuál es la inflación real?

—La que mide el compañero de fórmula de Cristina, Julio Cobos, quien dice que está entre el 22 y el 27 por ciento. Por eso lo borraron de los actos y de los debates para que no hable de la inflación. ¡Por favor pueblo argentino, vote a López Murphy-Bullrich y sálvese de esta pesadilla! Todo es muy disparatado, y no me extraña que quieran reinventar la matemática con los índices del Indec. Estamos en una época donde las cosas más desopilantes comienzan a pasar. Ya ocurrió en la historia de la humanidad. Calígula, por ejemplo, propuso a su caballo para que sea su sucesor.

—¿Cuál es la diferencia que tiene con Lavagna y Carrió?

—Con Lavagna es fácil explicar, porque se parece mucho a Kirchner. Es la versión diet, más edulcorada, menos crispada, pero es el mismo modelo, porque fue él el que lo armó, fue él el que hizo la mala negociación de la deuda. Con Carrió no tengo grandes discrepancias ahora. Las posiciones con Prat Gay(eventual ministro de Economía si Lilita gana los comicios) son bastante similares también.

—¿Qué fue lo que pasó para que no se haya concretado una alianza con Carrió?

—Ahí nosotros estábamos dispuesto a resignar candidaturas, pero no hubo una cultura de coalición, no hubo voluntad decisiva para llegar a eso. Pero no hay que enojarse: yo la trato con cuidado a la doctora Carrió y ella no me trata con mucho cuidado. A Prat Gay le dice que es hermoso, y a mí nunca me lo dijo. Eso ya crea una dificultad (lanza un carcajada).

—¿Cómo fue eso de proponer a Miguel Lifschitz para presidente?

—Propuse a Lifschitz y a un representante de la coalición liberal conservadora como Gómez Diez. Pensaba que esa combinación era mejor todavía, pero no pude llevarla adelante. Cuando fracasó eso, Carrió dice que la única que puede ser candidata es ella. Bueno, okey, si esa es la condición, nosotros lo aceptamos. Pero a patir de ahí hay que formular un relato y el relato nos tiene que contener a todos. Tampoco lo pudimos lograr.

—¿Puede haber sorpresas el 28 de octubre como las hubo el 2 de septiembre en varios distritos?

—No creo que haya grandes sorpresas. Lo que sí hay es manipulación de la información. Yo había estado en Córdoba y se veía que Juez iba a hacer una gran elección. También se presumía que en Santa Fe ganaba Hermes Binner. Pero diría que el 28 de octubre, el gobierno se sale con la suya si logra mantener esta abulia y este escepticismo en la población. Y nosotros vamos a amargarle la fiesta si logramos despertar la indignación frente a la mentira, a la corrupción.

—En caso de haber ballottage y usted no llega a disputar el segundo lugar. ¿A quién apoyaría?

—Yo me he comprometido, si llega Carrió, a hacer el esfuerzo de arremangarme y construir lo que no pudimos meses atrás.

—¿Y si es Lavagna?

—Ahí se me va a hacer más difícil.
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López Murphy confesó que por primera vez desde que está en política se siente muy distante con la sociedad.


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