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domingo,
07 de
octubre de
2007 |
Primera B
Central Córdoba volvió a ganar en el Gabino
Fue 2 a 1 ante un deslucido Estudiantes
Mariano Bereznicki / Ovación
Saldó la deuda interna que arrastraba con una considerable presión extra. Lo hizo con sudor, coraje y por momentos dosis de buen fútbol. El sol iluminó al Gabino Sosa como hacía tiempo no ocurría. Atrás quedaron las dos noches oscuras ante Morón y Temperley. El charrúa recuperó la sonrisa en Tablada. Despachó al también irregular Estudiantes con un inobjetable 2 a 1 y con los intereses que le devolvieron los puntos sumados trepó unos escalones, pero sigue estando un poco alejado del Gallito.
No había margen para el error o las especulaciones. El objetivo estaba bien remarcado en la mesa de entrada. No había otra que lograr los tres puntos porque la paciencia en la masa charrúa podría haber caducado ayer mismo. Por eso se vio de movida a un Córdoba con firme intención de convertirse en el principal animador de la tarde.
Por más que la semana pasada se había traído un buen puntito de Junín, esta vez había que hacer saltar la banca en casa porque en las últimas dos jornadas había quedado casi con las manos vacías, pese al empate ante Temperley.
Y ante Estudiantes hizo casi todo bien. Porque presionó de entrada y ganó posesión en campo adversario. Aunque careció de peso ofensivo. Pero en la primera acción seria que protagonizó facturó. Habían pasado dos minutos de la primera media hora. Damián Canuto lanzó un centro envenenado y Mario Pierani metió un cabeza letal ante la estéril estirada de Cáceres. Pero esa fue la única jugada de riesgo. Porque antes de ir al descanso, Canuto mandó un latigazo para Javier López, quien hizo lucir al arquero.
En el complemento, el charrúa mostró las garras vía Pierani. Pero Estudiantes respondió con dos llamados de atención. El primero fue mediante un cabezazo de Goux, que Santilli alcanzó a desviar, y el otro se convirtió en el empate. Cristian Jeandet pescó un rebote y fusiló con toda su furia al arquero local. ¿Si el ex charrúa festejó su conquista? Lo gritó a rabiar.
Pero el charrúa no se quedó con los brazos cruzados. Es más, hasta tuvo un hombre de más porque Crespín fue expulsado luego de entrarle duro a Acosta. Y sobre la media hora llegó el alivio esperado. González le cometió un claro penal a Pierani, que Bezombe se encargó capitalizarlo.
Hasta el final fue todo de Córdoba, que tuvo varias acciones más para aumentar. Pero parecía que el destino estaba marcado en cuanto al resultado final, que terminó ajustado pero inobjetable.
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