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domingo,
07 de
octubre de
2007 |
Una estatua reparte corazones
La nena le deja una moneda y la efigie blanca le regala un corazón de cartulina que dice “amor”. Juan Carlos Morales, de 46 años, supo ser agente de vigilancia pero ahora “vive” de este arte que lo obliga a quedarse inmóvil ocho horas diarias arriba de un cajón. Gana en una excelente jornada hasta mil pesos. Los chiquitos y los viejos lo tratan bien, pero los adolescentes, al mejor estilo del sacerdote de la película el “Día de la Bestia” de Alex de la Iglesia, lo empujan. Hasta ha tenido que tolerar que algún perro lo tome como árbol.
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Fotos
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Juan Carlos Morales fue agente de vigilancia.
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