Monedas más, monedas menos

Los dos se llaman Marcelo, son ciegos y se apostan a pocos metros uno del otro en la zona de San Martín y Córdoba. Uno se hace llamar artísticamente Marcelino, tiene 70 años y es paraguayo. Solía tocar su acordeón junto con su hijita Virginia. El otro Marcelo es guitarrista, tiene 35 años y es discapacitado motriz. A ambos les han robado la recaudación más de una vez. En un buen día juntan unos 60 pesos. El mal gesto no acobarda al joven que dice que puede tocar siete horas seguidas sin repetir una canción. Prefiere a Yupanqui “para escuchar” y a Soledad “para volar”.

Marcelo es discapacitado motriz.