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domingo,
07 de
octubre de
2007 |
Los límites de los docentes
Los educadores de hoy no contamos con herramientas, estrategias ni recetas para dar soluciones certeras y precisas a ciertas cuestiones que sobrepasan las necesidades que podemos tratar desde un pizarrón con una tiza. Lamentablemente, no podemos hacer borrón y cuenta nueva. La realidad nos demuestra que la calidad educativa no es posible en un ámbito donde los niños presentan grandes dificultades sociales, emocionales y de contención, no basta con creer desde el seno de la familia que los docentes pueden dar respuesta a las necesidades educativas, cuando las verdaderas necesidades pasan por lo afectivo. La construcción del hombre pensante del futuro se forja desde el engranaje de la buena constitución de la familia, de la contención que traen desde afuera, de una mayor preocupación del Estado de ciertas problemáticas. Es necesario plantearse cambios profundos para no caer en las grietas producidas por el propio sistema. Hoy las noticias muestran la vulnerabilidad extrema de los niños, la violencia instaurada en las instituciones escolares, el vandalismo, la agresión a los docentes, la demanda constante de los padres. Todas cuestiones que sobrepasan la intervención docente a la hora de impartir conocimientos. Hay que tener en claro que la institución escolar no es una usina generadora de violencia, sino que la violencia social se manifiesta en la escuela.
Daniel Alberto Gallo Cisterna
DNI 23.282.720
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