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miércoles,
26 de
septiembre de
2007 |
Balean casa de médico acusado de colaborar con la dictadura
La Plata.- Un autodenominado “Comando Julio López” baleó hoy en esta ciudad la vivienda de un médico acusado de haberse desempeñado en una maternidad clandestina durante la última dictadura militar.
El hecho se produjo cerca de las 3, cuando dispararon contra el frente y un patio de la casa de Néstor Siri, ubicada en calle 6 al 1891, entre 70 y 71, y lanzaron panfletos con la leyenda “Cinco por uno, no va a quedar ninguno”, basada en una frase del ex presidente Juan Domingo Perón poco antes del golpe que lo derrocó en 1955 y luego acuñada por los Montoneros.
El hecho fue caratulado como “intimidación pública” e intervino la Jefatura Departamental de La Plata.
Néstor Siri, dueño de la casa baleada, “es muy reconocido” por haber actuado en la unidad ocho del penal de Olmos, donde atendió a embarazadas detenidas, señaló a DyN la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Siri, por su parte, reconoció a radio Continental haber actuado en ese período en el Servicio Penitenciario, pero aseguró que “de ninguna manera” lo hizo en un centro clandestino, como figura en los registros de Madres.
Fuentes de la Policía Bonaerense precisaron a esta agencia que dentro de la casa se hallaron plomos deformados de las balas, cartuchos, además de los panfletos.
Se precisó que cinco disparos dieron en el frente de la planta baja, donde está el consultorio y residencia de Siri, y otros siete impactos fueron hallados en el patio interior de la planta alta.
Bonafini, consultada por DyN, dijo “sí, es muy conocido” apenas se le citó el nombre de la persona atacada, y recalcó que “efectivamente atendió” en el centro clandestino denominado “La Cacha”, aunque no pudo precisar si llegó a estar detenido.
En ese centro la detenida política María Rosa Tolosa dio a luz a mellizos, los que luego fueron apropiados por el subcomisario Samuel Miara, en un caso que tuvo una fuerte resonancia política.
Siri, por su parte, confió sentirse “tremendamente angustiado, como toda mi familia” por el ataque.
El médico, quien actualmente se desempeña en el Hospital de Niños de La Plata, confió: “Tuve el disgusto, viéndolo ahora con el tiempo, de pertenecer al Servicio Penitenciario en un momento trágico del país, entre los años 74-75 hasta 79, más o menos”.
En ese momento, agregó, “era médico pediatra en la Unidad 8 del Penal de Olmos”, aunque aseguró que “de ninguna manera” funcionaba allí una maternidad clandestina.
“Las imputaciones de las que he sido objeto no tienen ningún asidero. Mis verdades las he probado todas y cada una de las veces que me han llamado a declarar”, afirmó Siri.
Además, aseguró no haber estado “ni detenido, ni imputado” en causas vinculadas a derechos humanos, ya que “todas mis declaraciones fueron en carácter testimonial”.
“Incluso me presenté en forma espontánea el año pasado ante la Comisión para la Memoria”, apuntó.
Al insistírsele sobre su presunta participación en la atención de detenidas, sostuvo: “Jamás observé eso, ni tuve a una persona en esa condición”, al tiempo que anunció que no se mudará de la vivienda atacada. (DyN)
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