Texas suma ejecuciones polémicas

Livingston.— Otra ejecución polémica tuvo lugar ayer en el estado de Texas. Michael Richard fue ejecutado anoche mediante inyección letal en Huntsville, por haber asesinado en 1986 a una enfermera en la aldea de Hockley. La mujer fue baleada y violada durante un robo en su domicilio.

   Richard, de 49 años, es el preso número 26 ejecutado este año en Texas. El condenado siempre aseguró que no mató a Marguerite Dixon, de 53 años, mientras que sus abogados alegaron que era un deficiente mental.

   Richard había sido liberado hace dos meses de su segundo encarcelamiento cuando llamó a la puerta de Dixon, para preguntarle si una camioneta estacionada frente a la casa estaba en venta. Cuando Richard se fue, vio a dos de los hijos de Dixon salir de la casa.

   El convicto regresó, violó a la mujer y la mató de un disparo. Una huella dactilar en una de las puertas permitió a la policía detener a Richard.