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miércoles,
26 de
septiembre de
2007 |
Brian el bombero encabeza
la ayuda a un nene quemado
Busca recaudar fondos con una obra de teatro que se presentará el próximo domingo
Silvia Carafa / La Capital
Después de haber experimentado en carne propia la solidaridad ajena, Brian Escobar, el chico que el año pasado ayudó a sofocar el incendio de su casa, siente la necesidad de dar lo que recibió y no vacila en ponerse a la cabeza de varios gestos fraternos. Ahora intenta recaudar fondos con una obra de teatro para ayudar a Franco, un nene de siete años que en el 75 por ciento de su cuerpo tiene las huellas de un fuego voraz que también se llevó a uno de sus hermanitos.
“Invito a todos a ver la obra “El viejo Vizcacha” el domingo 30, a las 18, en el club de bochas El Torito, de Medrano y Freire, dijo Brian. Y festejó la ocurrencia de la pregunta de La Capital, “¡No!, no actúo, me encargo de organizar la función”, explicó seguro de potenciar el convite con su convocatoria y ternura. El objetivo que ahora lo moviliza es aliviar el sufrimiento de Franco, que a causa de un incendio ocurrido un año atrás, “tiene el cuerpito como un mapa”, explicó.
Brian, que se ganó el mote de bombero después de socorrer a su familia cuando el 23 de mayo de 2006 su casa de calle Boedo 2047 se prendió fuego, asegura que la historia de Franco lo emocionó. “Quise ayudar con la misma obra de teatro que el año pasado me hicieron en la Plaza Cívica para colaborar conmigo”, argumentó, y aseguró que además de hacer punta para organizar la función, también moverá sus contactos en el Sanatorio Británico, donde ya se ganó varios profesionales amigos.
Atareado, entre sus obligaciones de estudiante secundario (va la escuela Pascual Echagüe) y sus tareas de inglés, Brian siente que es una obligación devolver tanto afecto recibido ayudando a convocar, en este caso, “para juntar fondos y que le puedan hacer a Franco una cirugía para arreglarle la pielcita”, resumió. Y adelantó que no es el único caso que le hicieron llegar. “También hay una nena que tiene un problema grave porque le crece la cabeza, de eso me voy a ocupar cuando termine con lo del teatro, descanso una semana y ahí sí, otra vez veo cómo ayudo”, relató.
Piel adentro. Para Brian la solidaridad se siente, tiene un registro interno. “Es lindo ayudar, te da una alegría inmensa que no te la olvidás más”, definió, y dijo que el hecho de que su cara sea conocida puede servir para que otra gente que quiere ayudar se anime. “Haciendo esto, contando, vos la incentivás y así somos más los que ayudamos”, concluyó.
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