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miércoles,
19 de
septiembre de
2007 |
Definen hoy si anulan o siguen el juicio por la desaparición de turista
La Rioja.—El tribunal riojano que juzga a los acusados del crimen de la turista suiza Annagreth Wurgler, desaparecida en La Rioja en 2004, decidirá hoy si continúa o anula el debate oral, a raíz del pedido de las defensas que consideran que no está probado que la joven haya sido asesinada.
La solicitud de nulidad se formuló en la primera jornada del juicio oral que inició la Cámara Penal de Chilecito, presidida por el juez Mario Pagotto. En caso de ser aceptada todo volverá a foja cero.
Los juzgados. Los principales imputados son Alcides Cuevas, propietario de una hostería, y un empleado de éste, Miguel Narváez, acusado de ser partícipe necesario del crimen. También son juzgados Angélica Gordillo y Mario Machuca, como encubridores del hecho.
El viernes pasado, los abogados de los acusados pidieron que ese documento sea declarado nulo. La defensa de Cuevas impugnó el certificado de defunción de Wurgler emitido por el registro civil local a pedido del juez Walther Moreno, que investigó el caso.
Los letrados argumentaron que ese documento no es válido a raíz de que no existe un certificado médico que constate el deceso de la turista, ya que el cadáver de la joven nunca fue hallado. Y sostuvieron que si el juicio avanza se demostrará que en la causa “existe presión política y diplomática” para encontrar culpables y apuntaron contra la embajada de Suiza en Argentina.
El suceso. En agosto de 2004, Annagreth Wurgler, una bióloga de 28 años, recorría con su bicicleta el norte argentino y acordó con su novio, Mathias Villiger, que iría al parque Nacional Talampaya, en La Rioja.
Según la investigación judicial, el 29 de agosto la chica estaba haciendo dedo en la ruta nacional 76, a la altura del kilómetro 114, y una camioneta 4x4 se detuvo para transportarla. El vehículo era guiado por Narváez, que se ofreció a llevarla hasta un camping, que regenteaban Gordillo y Machuca.
Desde allí, Cuevas, Narváez y Wurgler fueron hasta Villa Unión. A las 22 de ese día, Cuevas descendió de la camioneta con Anna en la plaza San Martín de esa ciudad, mientras Narváez se quedó en el vehículo y nunca más se supo nada de la chica. l (Télam)
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