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miércoles,
19 de
septiembre de
2007 |
Profesionales informáticos, en puja por la colegiación
Un proyecto de ley que avanza en la Legislatura provincial divide las opiniones dentro del sector
Un grupo de profesionales de la informática salió al cruce del proyecto de ley —que tiene media sanción en el Senado provincial— que promueve la creación de un colegio para el sector y la matriculación obligatoria de quienes se desempeñen en la actividad con título habilitante. “Está comprobado que no jerarquiza la actividad ni se logra un mejor producto, sólo sirve para hacer lobby para las licitaciones”, denunció Sebastián Criado, presidente de la Asociación Argentina de Nuevas Tecnologías (ANT) y miembro del GNU/Linux, entidades que junto a otras a nivel nacional se oponen a una norma de estas características.
La iniciativa, que tiene status legislativo, fue aprobada en la Cámara alta de Santa Fe y ahora está en tratamiento en Diputados, tiene el respaldo de la Asociación Provincial de Profesionales Informáticos (Appei), que tiene sede en Rosario. La entidad fundamenta su apoyo a la iniciativa porque, aseguran, jerarquizaría la actividad y les garantizaría a las empresas la generación de valor agregado sobre la producción.
Sin embargo, los detractores del proyecto, entre los que se encuentran muchas entidades defensoras del software libre y de la construcción cooperativa del conocimiento, aseguran que la experiencia concreta demuestra que la matriculación no garantiza ninguno de estos puntos. Y ponen como ejemplo el caso de la provincia de Córdoba, que cuenta hace 20 años con una ley que obliga a los profesionales informáticos a matricularse para poder operar.
“En Córdoba hace 20 años que tenemos la matriculación obligatoria y ninguno de esos beneficios existieron, es más, una prueba de que la norma no es viable es que nadie la cumple”, dijo Federico Heinz ,de la Fundación Vía Libre.
Según coincidieron Heinz y Criado, “quienes defienden la colegiación comparan a la carreras informáticas con otras ciencias verticales y de años de existencia como medicina o arquitectura, cuando en rigor, se trata de una ciencia transversal como la matemática que involucra a todos los sectores”.
Por eso, desde las agrupaciones que rechazan la colegiación también argumentan que la misma va contra la libertad de los ciudadanos o profesionales de otras áreas que se puedan desempeñar en esta disciplina.
En rigor, el enfrentamiento entre los que promueven la norma y los que la consideran poco efectiva radica en las beneficios efectivos que puede tener el hecho de pertenecer a un colegio.
Mientras los primeros lo entienden como un paraguas protector para la profesión frente a la vorágine del mercado, los segundos entienden que la colegiación lleva inscriptos conceptos lobbistas y operan como “una reserva de mercado”.
La defensa del empleo. Por otra parte, Heinz y Criado arremetieron contra el argumento de Appei, el cual indica que con una ley se ampara el trabajo profesional.
“Si quieren defender a los trabajadores pueden hacerlo a través de un sindicato, no es necesaria la colegiación que impone una matriculación obligatoria y cierra la puerta mucha gente que trabaja en el sector idóneamente”, dijo Criado. l
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