Concejo: debate caliente por los vidrios polarizados

La comisión de Obras Públicas recibió ayer a los empresarios del sector. La norma que los regula es muy confusa y ahora los ediles quieren que vaya la titular de Tránsito

María Laura Favarel / La Capital

La verificación técnica de vehículos (VTV) vigente agudizó el debate sobre el uso de vidrios polarizados, ya que no se está otorgando el visto bueno a los rodados con cristales oscuros. La confusión se profundiza porque es de público conocimiento que la Dirección de Tránsito municipal no sanciona a los conductores que circulan con vidrios oscuros, pero sí los obliga a retirar las láminas cuando llegan al corralón por cualquier otra falta. En este escenario existe una ordenanza no reglamentada que exige que los vidrios permitan una transmisión de luz no inferior al 70 por ciento. Sin embargo, el ente local no cuenta con aparatos para hacer esa medición. El debate llegó ayer al Concejo.

Los comerciantes del rubro no saben qué contestarles a los clientes. Ayer fueron recibidos por los integrantes de la comisión de Obras Públicas del Concejo para aclarar el debate que dejó clara la necesidad de mejorar la confusa ordenanza.

En medio de una acalorada discusión sobre la intensidad de luz obligatoria que debe atravesar las ventanillas de los autos, el concejal Jorge Boasso descorrió el cierre de su maletín y ante la mirada atónita de los ediles, sacó un pequeño aparato y se dirigió a la ventana para explicar que se trataba de un fotómetro, instrumento que mide la intensidad de la luz. Una vez allí accionó un botón para medir la luz. Luego, colocó un vidrio oscuro y repitió la operación. “Este vidrio oscuro deja pasar el 70 por ciento de la intensidad lumínica”, exclamó mientras exhibía el adminículo.

Cuando volvió a su asiento satisfecho por la prueba empírica exclamó: “Esto es lo que la Municipalidad no tiene”, mientras exhibía el pequeño fotómetro. “¿Cómo miden los inspectores que los vidrios dejen atravesar el 70 por ciento de la luz como lo indica la ordenanza”, cuestionó vehemente el edil.

El concejal socialista Omar Saab se convirtió en el frente de la embestida que provino no sólo de parte de los comerciantes, que proclamaban repetidas veces los beneficios de los vidrios oscuros, sino también del edil radical, quien sentenció que “el Ejecutivo no puede obligar a los dueños de los vehículos a retirar el polarizado si antes no se midió la luz que deja pasar”. Irónico, remarcó que los fotómetros “sólo cuestan entre 80 y 90 pesos”.

Datos. Por su parte, los comerciantes esgrimieron que las láminas denominadas de seguridad y control solar evitan el estallido de los cristales en caso de accidentes y controlan la transmisión de luz impidiendo el encandilamiento y el resplandor lateral al conductor. Además absorben el calor y filtran la radiación de los rayos solares denominados ultravioletas.