El despegue brasileño en los últimos diez años

Quién ganó en el negocio de la industria cárnica en el Mercosur

Fava Neves, de la Universidad de San Pablo, explicó los cambios en el sector

Fabiana Monti / La Capital

Brasil en los últimos diez años encabezó un proceso de crecimiento en el sector cárnico y logró liderar el mercado exportador. Esa expansión tuvo su correlato en la Argentina, cuya industria frigorífica fue cooptada por grupos brasileños que se quedaron con buena parte de un sector que tuvo años de gloria en el país.

El coordinador del programa de agronegocios de la Universidad de San Pablo (USP), Marcos Fava Neves, señaló que este proceso se dio “principalmente por el arrojo del sector privado, ya que las políticas públicas apenas dieron algún apoyo en el caso de las promociones internacionales”.

Lo cierto es que, si bien este crecimiento se dio por el lado del volumen de producción, aún falta un buen camino por recorren en cuanto a la calidad de las carnes.

Se estima que en Brasil unas 170 millones de hectáreas son usadas como pastura. Es decir, un 20% de la superficie productiva del vecino país, donde existen alrededor de 2,2 millones de explotaciones que se dedican a la ganadería con un stock de alrededor de 190 millones de animales, que están distribuidos en diez estados.

Según Fava Neves, esto representa una ventaja en materia de diversidad, pero a la vez una desventaja en cuanto a la dispersión de la producción.

Más de mil frigoríficos procesan la producción ganadera en todo el país y 125 puntos de venta trabajan la carne bovina. Los más grandes son Friboi (propietario de Swift), Bertin, Marfrig (que compró en la Argentina AB&P), Minerva e Independencia, entre otros.



El peso del consumo interno

Aunque se trata de grandes grupos empresarios, el liderazgo se consolida por la importancia del mercado interno. Sólo el 20% de la producción de Brasil está destinada a la exportación, mientras que el 80% se vuelca al mercado doméstico.

La captación de mercados que encaró Brasil es el resultado de un proceso que se intensificó en la última década donde, según el analista de USP, el avance tecnológico en el uso de raciones, inseminaciones y mejores manejos se reflejó en los números.

“La natalidad creció 20%, la mortalidad cayó 20%, la edad de la primera cría cayó 20%, la edad medida de faena decayó un 30%, el uso de pasturas aumentó un 40% y los animales faenados en relación al rebaño total creció casi un 30%”, enumeró el especialista brasileño.

Por otra parte, Fava Neves explicó que, si bien hubo algunas situaciones como focos de aftosa que retrasaron el proceso de crecimiento del sector, la cadena de la carne siguió avanzando en su país, aún a pesar de que el consumo interno de carne bovina no se incrementó al mismo ritmo que el de pollo.



El potencial a futuro

“Brasil asume el liderazgo mundial en materia de carnes en cuanto a cantidad, con un 23% del mercado, seguido por Australia con un 20%, Nueva Zelanda, Canadá, India y Uruguay, con participaciones que van del 6 al 9%”, indicó el coordinador del programa de agronegocios, que agregó que “existe un gran potencial en Rusia, porque su consumo por cápita es bajo”.

La característica de esas exportaciones es que un 65% es de carne fresca y sólo un 35% son de productos industrializados.

Por otra parte, las exportaciones de 2006 a la actualidad representaron para el país unos tres billones de dólares en divisas, pese a que el fuerte de este rubro en el país carioca no es la pata exportadora sino el abastecimiento del mercado interno.

“Con el aumento de la calidad en el producto brasileño, una mejora de la productividad en lo ganadero, una mayor adaptación en el gusto del consumidor local como internacional a través de organismos como el Instituto Pro Carne o el SIC/Abies, seguramente el stock que tenemos ahora, que son billones se transformarán en trillones o mucho más”, auguró el especialista de la Universidad de San Pablo.

Los frigoríficos brasileños pegaron el gran salto cuando Friboi compró Swift.