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viernes,
24 de
agosto de
2007 |
Cuatro tiros, un crimen y tinte mafioso en un burdel de Sastre
El miércoles a la noche, forasteros llegaron al local, asesinaron al regente y huyeron sin robar
Luis Emilio Blanco / La Capital
Sastre.— Los parroquianos nunca imaginaron las verdaderas intenciones que llevaban los tres visitantes desconocidos que ingresaron al oscuro local de la whiskería Luz de Luna la noche del miércoles. Los hombres se sentaron a compartir una cerveza que bebieron con premura en una de las mesas del lúgubre lugar. Pero minutos después, uno de ellos se levantó y caminó hasta una puerta que da al interior del edificio. Enseguida, cuatro estampidos sobresaltaron a los pocos clientes y meseras que había en el lugar. Sólo sus dos cómplices se mantuvieron con la calma necesaria para encerrar a todos los presentes en una habitación bajo llave y luego, junto al asesino, emprender la huida sin dejar rastros. Atrás quedó el desconcierto y el cuerpo inerte de Ariel Cuevas, el administrador del local, ejecutado con una pistola 9 milímetros mientras descansaba en su dormitorio.
El episodio que acabó con la vida de Cuevas, oriundo de la ciudad de Santa Fe, de 32 años y con poco tiempo de residencia en la zona, ocurrió minutos después de las 21.30 de anteayer. Extraoficialmente trascendió que los forasteros llegaron en un Fiat Uno blanco desde el norte de la ciudad por la ruta provincial 13. Cuando faltaban unos 100 metros para tomar el acceso al casco urbano de Sastre viraron a la derecha y se detuvieron en la playa de la antigua estación de servicios devenida en burdel. Era el comienzo de su breve y funesta misión.
Encerrados. Una vez que los matones se habían ido, llegaron policías de la Unidad Regional XVIII alertados por el llamado telefónico de una mujer que no se identificó. Los agentes debieron derribar la puerta del local para liberar a clientes y empleadas, quienes habían sido encerrados en la misma habitación donde yacía Cuevas, ya sin vida.
Aunque los informes oficiales indican que los sicarios habrían llegado al lugar con la finalidad de robar, los habitués señalaron que no se llevaron el dinero de la caja ni la mercadería que se guardaba en el local. Por eso, se cree que sólo habrían perseguido el propósito de ultimar a Cuevas, lo que le da al caso un tinte mafioso.
Hasta anoche, nada se sabía de los responsables del hecho y tampoco estaban claros los motivos del crimen. Sin embargo, fuentes policiales afirmaron que “hay pistas firmes que pueden llevar a esclarecer el caso” y destacaron que el mismo estaría vinculado a un ajuste entre rufianes del mundillo prostibulario. l
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Fotos
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Donde funcionaba una estación de servicios, desde hace unos tres años estaba instalado el burdel Luz de Luna. Allí vivía Cuevas y en una de sus habitaciones lo mataron de cuatro balazos.
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