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viernes,
24 de
agosto de
2007 |
Sorpresas urbanas: auto al pozo y hormigón del cielo
Un vehículo quedó increíblemente ubicado sobre un hueco de Aguas. Otro, con piedras encima
Un Fiat 128 quedó atascado en los bordes de un pozo de nueve metros cuadrados de abertura que Aguas Santafesinas hizo por reparaciones en Pueyrredón 120. Su conductor terminó en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) después de perder el conocimiento. El hecho ocurrió ayer a la madrugada y según la empresa, el sitio tenía el vallado reglamentario y un cartel indicador a cien metros del lugar.
Ayer a las 5 Juan Carlos, de 21 años, repartía pan con su Fiat 128 por Pueyrredón entre Salta y Jujuy cuando su trayectoria se abortó contra el pozo. El automóvil quedó suspendido por sus paragolpes sobre los bordes de la perforación pero el impacto fue suficiente para eyectar al conductor que por ese golpe sufrió traumatismo de cráneo y heridas en el rostro, según confirmaron desde la comisaría 7º que tomó intervención en el caso.
Según Aguas Santafesinas, el pozo en cuestión sobre el que aún al mediodía seguía atascado el auto tenía las señalizaciones reglamentarias. Catorce vallas, balizas y tambores, además de un canalizador que rodeaba al vallado, explicaron desde la empresa. También aseguraron que a cien metros de allí hay un cartel que advierte sobre su presencia a fin de que los conductores reduzcan la velocidad. “Estaba todo en orden, lo que se utiliza son vallados demarcatorios, que es lo que indica el municipio”, dijo el portavoz de Aguas.
Hormigón de arriba. El susto del Fiat 128 no fue la única sorpresa de la mañana, también salió a la luz un hecho que ocurrió en febrero pero aún está pendiente, y que confirma lo vulnerables que son bienes y personas frente a la construcción de inmuebles de altura. En aquella oportunidad, un trozo de hormigón de unos dos kilos de peso cayó desde el edificio lindero a la cerrajería de Mendoza 1270, rebotando en su techo y en un utilitario Peugeot Partner que esperaba turno en el lugar.
“Si estaba una persona ocurría una desgracia”, relató Enrique Loiudige, el cerrajero que por los daños al vehículo tuvo que pagar 1.600 pesos. Cuando intentó recuperar el dinero, después de denunciar la situación, no tuvo respuesta del seguro y el fideicomiso del edificio lo sacó poco menos que corriendo. “Una señora muy conocida en los medios de comunicación me gritó desde la puerta de la cerrajería que me conformara con 700 pesos”, relató indignado ante el “lavado de manos de los responsables de lo que pudo ser una tragedia”. l
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Impresionante. En la madrugada de ayer el Fiat 128 quedó suspendido en los bordes de la enorme perforación y su único ocupante terminó internado en el Heca con varios traumatismos.
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