|
viernes,
24 de
agosto de
2007 |
La crisis moral de la Argentina
La saga de actos de corrupción que vienen sistemáticamente dándose en nuestro país durante estos últimos tiempos, que golpean directamente al gobierno nacional, parece no tener fin. Al bochornoso escándalo por el negociado del Grupo Skanska y el Enargás, se sumo luego el caso de la “bolsa” de Felisa, ex ministra de Economía. Tampoco tenemos que olvidarnos de la venta de armas que involucra a la titular del Ministerio de Defensa y del escándalo en la Secretaría de Medio Ambiente en un claro hecho de nepotismo. Hoy como si nuestra capacidad de asombro no tuviese fin quedamos atónitos con el caso del maletín decomisado con ochocientos mil dólares y que involucra a funcionarios argentinos y a un ciudadano-funcionario venezolano. Este episodio de corrupción es uno más, como vemos, de los tantos casos notorios de corrupción que salen a la luz de la opinión pública. La corrupción política que hoy nos agobia es el producto de un deterioro creciente y constante de la moral ciudadana, cuyo origen u orígenes pueden haber aparecido muy lentamente, sin advertirse sus nefastas consecuencias futuras. Algo de eso ha habido. Hoy la crisis moral en la que se encuentra sumergido nuestro país ha ido produciendo lenta y paulatinamente una crisis social donde el argentino de nuestro tiempo tiene subvertido todos los valores, y así naturalmente, casi justificadamente, han aparecido los que padecen realmente esta crisis que suma marginación y hambre, en una sociedad que tal como esta se agota indefectiblemente ante nuestra triste realidad, clamando a grito cambios estructurales y verdaderos.
Fausto Rieffolo, DNI 11.447.038
enviar nota por e-mail
|
|
|