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 martes, 14 de agosto de 2007  
El barra Alan Schlenker habló de todo
Dijo ser amigo del hincha asesinado y explicó su vínculo con River

Alan Schlenker rompió el silencio. El supuesto jefe de una de las facciones en que se divide la barra brava de River habló sobre el asesinato de Gonzalo Acro y, lógicamente, se excluyó de estar vinculado; comentó su participación en la hinchada millonaria y adelantó que “acudiría a declarar si me llama la Justicia”.

Schlenker confió en un reportaje a La Red (Buenos Aires) que “Acro era un amigo, un chico sano”, como así también que conocía a Gastón Matera, el joven herido en el mismo ataque del martes por la noche en Villa Urquiza.

En la nota, aseguró que su presunto adversario interno, Adrián Rousseau, siempre trató a Acro “en forma despectiva. No puedo creer que dice ser su hermano”, como dijo el miércoles en momentos en que había ido al hospital Pirovano cuando agonizaba Acro. En esas declaraciones, Rousseau —a una revista porteña— sostuvo que “Alan ya tiene coartada. Aclaró que estaba tomando un helado a esa hora”, pero subrayó que “hará diez días se reunieron en la confitería “Jonathan” con Rubén Oveja Pintos, Matías Kevin Kraft y el Colorado Luna, donde citaron a una persona para organizar una emboscada. Y también se encargaron de contactar a diez sicarios más”. En cambio, Schlenker aseguró que en esa fecha estaba “esquiando en Bariloche junto a un amigo” .

Y pese a que los medios sostienen que las divisiones en facciones de los Borrachos del Tablón se dieron tras el Mundial 2006 por cuestión de dinero, Schlenker contó que su separación de Rousseau se produjo en un partido ante Independiente. Ese día se aplicaba el derecho de admisión y fueron “juntos” con Rousseau hasta la cancha “acompañados por nuestro abogado Sebastián Rodríguez y una escribana porque creíamos injusta la medida. Llegamos a la entrada y sorpresivamente él (Rousseau) fue pasando los controles, caminando lo más campante, mientras que a mi se me tiraban todas las cámara encima y me pedían documentos en cámara. El entró y era mi amigo”. Traducido, lo dejó solo.

Por último, Schlenker negó ser barra brava, también que el club le pague los viajes porque “no tengo problemas económicos, soy productor agropecuario y apicultor. Viajo mucho, como fui a Japón y Alemania, y no sólo a ver fútbol” y que llegó a un supuesto liderazgo por “los años que tengo en el club”. Como así también admitió temores y que por eso “tomé la decisión de no ir nunca más a la tribuna”.
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