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sábado,
11 de
agosto de
2007 |
Graves falencias en un dispensario
La muerte de Alma Zúñiga, una beba de 11 meses, dejó al Centro de Salud Provincial Nº 15 (Estrella Federal al 1700) en el ojo de la tormenta. Es que al momento de asistir a la pequeña aún con vida, habría contado sólo con una enfermera y una asistente médica.
Todo comenzó el miércoles pasado, cuando la beba sufrió un accidente doméstico (se electrocutó). De inmediato la criatura fue llevada por sus padres, Laura Medina y Guillermo Zúñiga, al centro de salud.
Pero, según denunciaron vecinos del barrio Las Flores, en el dispensario sólo se encontraba una enfermera y una asistente médica. Luego la beba fue trasladada al Hospital Roque Sáenz para su atención, donde murió.
Una enfermera dijo que la niña llegó sin respirar pero que logró reanimarla, mientras los vecinos buscaban un vehículo para trasladarla a un centro de mayor complejidad.
Si bien la enfermera sostiene que la beba se fue respirando, las autoridades del Sáenz Peña afirmaron que ingresó al hospital sin signos vitales.
Tanto para la enfermera como para los vecinos, la pequeña hubiese tenido posibilidades de sobrevivir con la presencia de un médico en el dispensario.
Mientras los vecinos impulsaban abrazos solidarios a los centros de atención primaria del barrio, el concejal Juan Rivero (Frente Progresista) pidió explicaciones, mediante una minuta de comunicación, a las autoridades sanitarias provinciales.
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