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sábado,
11 de
agosto de
2007 |
Secuelas
en miles de
personas
La cerivastatina, principio activo de Lipobay, se empleó como reductora del colesterol hasta que se constataron sus graves efectos secundarios y fue prohibida en agosto de 2001. En tanto, la centenaria firma alemana Bayer reconoció que hubo más cien muertes por los efectos colaterales del producto.
Las denuncias contra el gigante farmacéutico no tardaron. En Estados Unidos y Europa las presentaciones judiciales fueron miles de parte de los familiares de los fallecidos o de quienes quedaron con secuelas luego de someterse a tratamientos con el medicamento.
Recientemente, trascendió en Buenos Aires el caso de un hombre de 41 años que demandó a la firma luego de quedar paralizado varios meses por tomar el remedio en 1998.
Debido al escándalo de Lipobay, un medicamento anticolesterol recetado a pacientes que sufren riesgo de infarto, la firma alemana perdió unos 800 millones de euros. Bayer argumentó que no es responsable de estas muertes mientras trata de hacer frente a las demandas en su contra.
Sin embargo, hay informes de las autoridades sanitarias americanas que advierten sobre las consecuencias contraproducentes de Lipobay. A la gente que ha perdido la vida hay que sumar las 1.600 personas que en todo el mundo sufren debilidad muscular en diversos grados tras ingerir el fármaco.
La primera demanda fue presentada por una mujer de Florida (Estados Unidos), Melissa Smith, a quien el remedio le causó fatiga crónica y degeneración muscular. A la par, unos 2.000 alemanes iniciaron querellas conjuntas contra Bayer en un tribunal americano por los efectos nocivos de Lipobay, que en Estados Unidos se comercializó como Baycol.
En el mundo, unas 700.000 personas lo habrían consumido de forma más o menos continuada. Y fue retirado del mercado el 8 de agosto de 2001.
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