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martes,
07 de
agosto de
2007 |
Procesan a abogado y a su hijo por expediente perdido
Están acusados de retener la documentación sobre la disolución de
una sociedad
La desaparición de un expediente de un juzgado civil motivó el procesamiento de un abogado y su hijo, acusados de retener la documentación de una causa sobre la disolución de una sociedad de hecho en la que el letrado litigaba.
Al ser denunciado por el incidente, el abogado negó haber retirado ese expediente. Luego evaluó que las actuaciones se podrían haber perdido en una mudanza. Su hijo devolvió al final los papeles sellados tras ser imputado del incidente.
El abogado implicado es Basilio Martínez. Su hijo Jorge Luis, quien ya había sido procesado en dos casos de estafa, también fue involucrado porque realizaba tareas de procuración en el estudio de su papá.
En marzo pasado la Sala IV de Cámara Penal dejó firme la resolución que los envía a juicio por el delito de “ocultamiento de objetos destinados a servir como medio de prueba”, que impone prisión de un mes a cuatro años. Y días atrás rechazó un recurso de los acusados para apelar ante la Corte Suprema.
La causa penal se originó con la desaparición del expediente 1535/03 que se tramitaba en el juzgado Civil y Comercial Nº 3. Allí, un particular había demandado a otro para disolver una sociedad de hecho. Según registros del juzgado, la causa fue retirada de allí por última vez el 7 de diciembre de 2004 por alguien que firmó en nombre del abogado del demandante, Basilio Martínez.
El pedido. Pasado un tiempo la empleada de la mesa de entradas se lo reclamó, pero el profesional sostuvo que él no lo tenía. Entonces el abogado del demandado, Patricio Donnelly, denunció en una fiscalía que su colega se habría quedado con el expediente y que esto perjudicaba a su cliente porque retrasaba el trámite.
En la causa penal que se abrió en el juzgado de Instrucción Nº 1, la empleada del tribunal civil declaró que la última persona en retirar el expediente era un hombre de apellido Martínez que actuaba en nombre de Basilio Martínez.
A su turno, Jorge Luis admitió que “en algunas oportunidades” había solicitado esa documentación debido a su trabajo en el estudio de su padre. Dijo no recordar que estuviera en su poder. Señaló, no obstante, que todo lo ocurrido era “de su exclusiva responsabilidad”.
Basilio, en tanto, expuso que su hijo había trabajado para él pero que ya no lo hacía y que el expediente se podría haber perdido en una mudanza. Finalmente, fue devuelto por Jorge Luis al prestar una nueva declaración en marzo de 2006. El juez Juan José Pazos interpretó que “si Jorge retiraba habitualmente expedientes” era porque “Basilio daba el consentimiento y tenía pleno conocimiento de dichas actividades dentro de un marco de delegación de funciones”.
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