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martes,
07 de
agosto de
2007 |
El Kremlin presentó su escudo antimisiles
Moscú. — Rusia presentó un nuevo sistema de defensa aérea que, según sus militares, es la base de una flamante generación de armas para interceptar misiles. El sistema es la réplica, más política que técnica por ahora, del Kremlin del presidente Vladimir Putin al escudo antimisiles que planea desplegar EEUU en Europa Oriental.
Las cadenas de televisión rusas dieron amplia cobertura al despliegue del sistema de defensa aérea S-400. “La efectividad real es su habilidad para destruir misiles balísticos y objetivos aerodinámicos”, explicó Vadim Volkovitsky, comandante al mando de la defensa antiaérea. “Así que no hará sólo funciones de defensa aérea sino también de defensa antimisiles”, agregó.
Sin embargo, el S-400 presentado ayer en Moscú está lejos del nivel de un sistema de antimisiles estratégico, es decir, con capacidad para derribar los misiles intercontinentales, como hará el escudo del Pentágono.
Según el sitio especializado Global Security, el S-400 tiene capacidad para detectar y destruir blancos como aviones o misiles hasta una distancia de 400 km, 2,5 veces más que su anterior versión de la era soviética. Su alcance en altura es de 35 km. Puede además seguir un número mayor de blancos simultáneamente y tiene mejores contramedidas electrónicas que el modelo anterior. Su radar es capaz de detectar blancos de baja señal en la pantalla, tales como aviones del tipo Stealth o bombas inteligentes.
Límites estratégicos. Pero su capacidad antimisil, sin embargo, se encuadra dentro del tratado de limitación de armas de este tipo, el ABM. El S-400 puede por esto interceptar misiles balísticos de medio rango (hasta 3.500 km), que vuelan a una velocidad de hasta 4,8 km por segundo. Pero no puede interceptar a los intercontinentales, que superan largamente esa marca. Se cree que su desarrollo de mayor alcance estaría listo para 2015. “Nuestro siguiente trabajo es el S-500, un sistema de defensa antimisiles portátil, un sistema de quinta generación”, afirmó Igor Ashurbeili, director de Almaz, una de las empresas del consorcio que desarrolló el sistema. Por ahora, el S-400 se instalará en una ciudad satélite de Moscú, para luego ir cubriendo toda la capital rusa, tal como en los tiempos de la Guerra Fría hacían sus antecesores.
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