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martes,
07 de
agosto de
2007 |
Obeid pedirá auxilio para los ganaderos del norte
El gobernador Jorge Obeid pedirá al ministro de Economía, Miguel Peirano, y al secretario de Agricultura de la Nación, Javier de Urquiza, que se declare en emergencia a los departamentos 9 de Julio y Vera a raíz de la feroz sequía que padecen, y que se instrumente un mecanismo de compensación a los ganaderos afectados.
El mandatario asumió así la propuesta que días atrás informó a este diario el secretario de Agricultura de la provincia, Daniel Costamagna, destinada a auxiliar a los ganaderos que, ante el fracaso en la siembra de forrajeras como consecuencia de las heladas y la falta de agua, tienen problemas para afrontar el costo de los suplementos para alimentar a los animales.
Obeid pedirá una audiencia con Peirano y De Urquiza, para arbitrar “medidas conjuntas”. Básicamente, disponer un “mecanismo de compensación a todos aquellos ganaderos que acrediten ventas de animales entre los meses de junio y diciembre, que se encuentren en estado de emergencia o desastre”.
Un mecanismo de esta naturaleza permitiría al ganadero “seguir utilizando granos y no cortar la cadena de engorde” pero también “recomponer sus márgenes de acuerdo con las inversiones realizadas para sembrar las miles de hectáreas de alfalfa perdidas”. Se trata de evitar que malvenda el ganado y, al mismo tiempo, asegurar el normal abastecimiento de carne.
Obeid se reunió ayer con autoridades de los ministerios de Asuntos Hídricos y de la Producción para analizar la crítica situación de sequía que vive el norte de la provincia. Los funcionarios explicaron que si bien el escenario es crítico, está controlado el abastecimiento de agua potable para consumo humano y la situación sanitaria, viéndose los mayores inconvenientes sobre el sector ganadero.
El gobernador recibió un informe que indica que se produjeron entre 50 y 60 heladas en los departamentos del norte, hecho sin antecedentes, lo que obligó a evacuar hacienda debido al deterioro de los animales que necesitan pasturas y agua. La dureza del invierno y la poca disponibilidad de agua derivó en un desmejoramiento significativo del estado corporal de la hacienda. l
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