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domingo,
05 de
agosto de
2007 |
Marcha en Pavón contra un proyecto industrial
Osvaldo Flores / La Capital
Pavón.— Más de un centenar de vecinos de esta localidad marcharon en caravana para expresar su rechazo a la instalación de un establecimiento reciclador de baterías que se está construyendo en la zona rural de la vecina de Fighiera.
Los manifestantes se concentraron en la puerta de la planta en construcción y reclamaron al gobernador Jorge Obeid que “haga cumplir la ley”. Argumentan que el plomo utilizado en la producción de este tipo de empresas es “contaminante y cancerígeno”.
Según denunciaron los organizadores de la protesta, el 27 de junio pasado el titular de Medio Ambiente provincial, Marcelo Terenzio, ordenó a la empresa Ramsafé SA “detener las obras civiles, y a los vecinos nos dijeron que en pocos días saldría una resolución”.
“Pasaron 40 días, pero la empresa no cumplió con la detención de las obras y tampoco hay ninguna resolución de Medio Ambiente, pese a que Terenzio nos dijo el 25 de julio pasado que la decisión de relocalizar la industria era un hecho. Sin embargo, no existe una resolución en trámite”, aseguró Valeria González, una de las oradoras del acto en el que también estuvieron presentes vecinos de Empalme y Villa Constitución.
Los manifestantes exigieron el cumplimiento de normas provinciales, que establecen que “este tipo de industrias no pueden instalarse a menos de 2.000 metros de cualquier población”. Por eso pidieron a Medio Ambiente que “anule la habilitación a Ramsafé”.
Por su parte, Claudia Lobo, otra organizadora de la marcha, reclamó “una decisión documentada” que respalde las promesas de los funcionarios, y adelantó que “el pueblo de Pavón va a elevar un petitorio al gobernador Obeid para que haga cumplir la ley como corresponde, porque sus funcionarios son un poco lentos en estos trámites”.
“No vamos a permitir que esta fábrica se localice aquí, porque sabemos perfectamente lo que tendremos: enfermedades y contaminación”, concluyó. Alumnos de la escuela primaria del pueblo también leyeron su propio alegato a los dueños del cuestionado proyecto. “No tienen derecho a instalar esta fábrica cerca de nuestras vidas. No queremos el plomo, queremos vivir muchos años, jugando y disfrutando de la vida”, expresaron.
Esta resistencia se inició en junio, tras el anuncio oficial de las autoridades de Fighiera sobre la instalación de una planta recuperadora de baterías para automotores en un predio ubicado a unos 300 metros del arroyo Pavón. Medio Ambiente de la provincia había aprobado entonces el estudio ambiental para la primera etapa del emprendimiento, que presupone una inversión de unos cuatro millones de pesos y más de cien puestos de trabajo.
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