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domingo,
05 de
agosto de
2007 |
Robaron un comercio por tercera vez en cuatro meses
Leo Graciarena / La Capital
En los últimos cuatro meses, Odil, de 72 años, presenció tres robos a mano armada en el negocio de venta de ropa deportiva que su hija tiene en barrio Bella Vista. El último fue el viernes, cuando dos ladrones armados entraron al local fingiendo ser clientes y maniataron a la mujer y a una empleada, a las que encerraron en el baño. Tras ello se alzaron con ropa y zapatillas, pero huyeron al escuchar las sirenas policiales. Aunque su carrera fue corta ya que fueron detenidos a las pocas cuadras. Tienen 19 y 17 años.
El viernes, pasadas las 16.30, Odil estaba como es su costumbre en el negocio que su hija tiene en Cochabamba al 4000 desde hace casi un año. Junto a ella estaba María, una empleada de 31 años. El negocio se llama Paso Deportes y según contó la mujer, fue robado tres veces en los últimos cuatro meses.
Violento. “El primer robo fue el peor en lo económico, porque se llevaron cuarto bolsas de consorcio llenas de ropa. Pero el del viernes fue muy violento. A mi me arrastraron de los pelos hasta el baño”, explicó. El comercio es un pequeño local de 4 por 6 metros, con su frente totalmente vidriado, y está conectado a una vivienda familiar por una puerta lateral. En su interior hay un exhibidor de zapatillas, un probador, tres pequeñas banquetas y un mostrador en uno de sus vértices en línea recta a la única puerta de ingreso, que no tiene picaporte externo.
“Cuando algún cliente llega, se para en la puerta y le abrimos. Nosotros no podemos seleccionar a la clientela por la cara, porque sino no le vendemos a nadie. La ropa y las zapatillas los clientes tienen que probárselas”, contó Odil. “El viernes llegaron dos hombres que dijeron que querían comprar calzado. Primero llegó uno, que se empezó a probar unas zapatillas y después ingresó el otro, que fue quien agarró a la empleada”, recordó la mujer. “También estaba un cliente que, cuando vio las caras, se ve que no le gustaron, se fue y avisó a los vecinos”, comentó. Mientras en Jefatura se recibía el llamado dando alerta del robo, en el interior de Paso Deportes Odil y María la pasaban mal.
“«Dame la plata, dame la plata», me decía el tipo y me apuntaba con el revólver. Y así, a los empujones, “nos metieron en la casa y nos encerraron en el baño”, contó.
En paralelo, los móviles policiales comenzaron a llegar. “Cuando escucharon las sirenas, agarraron un bolso deportivo y una bolsa, metieron mercadería y se fueron”, relató la mujer. En el local sólo quedó una zapatilla embarrada y una bufanda que pertenecen a un cliente o al que sería un tercer ladrón que huyó.
Arrestos. Según fuentes policiales, los dos delincuentes montaron las bicicletas que habían dejado en la vereda. Pero uno de ellos fue sorprendido por el yerno de Odil, José Luis, de 46 años. Al ladrón no le quedó mas opción que correr y José Luis lo alcanzó por Lavalle al 1800, donde se trenzó en una lucha cuerpo a cuerpo. “El ladrón le gatilló dos veces, pero la bala no salió”, confió un vocero policial.
Cuando la cosa se ponía espesa, la Patrulla Urbana detuvo al ladrón, identificado como Ezequiel Eduardo Escubilla, de 19 años. A los pocos metros, sobre la caja de un utilitario Grospal, había arrojado un revólver calibre 38.
Pocos minutos más tarde, agentes del Comando Radioeléctrico atraparon al otro joven en Valparaíso al 1900 y lo identificaron como Victoriano R.D., de 17 años. En esa vivienda se halló un ciclomotor marca Agrale que tenía pedido de captura por un robo calificado de febrero de 2002.
De lo robado pudo recuperarse sólo una parte. “Eso nos hace pensar que las zapatillas y la bufanda que quedaron en el local pueden ser de un tercer ladrón que pudo huir”, explicó la fuente policial.
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