Una empleada doméstica demasiado infiel

Personal de la comisaría 2ª detuvo a una mujer en la localidad de Barrancas y recuperó 40 mil pesos y 7.500 dólares que habían sido sustraídos de un departamento de Rosario en el cual trabajaba.

   Todo se inició anteayer por la mañana cuando Sonia A., de 45 años y domiciliada en Presidente Roca al 1400, denunció el faltante del dinero que guardaba en la mesita de luz de su dormitorio. En una requisa que hicieron en el lugar, los pesquisas constataron que no había signos de violencia, por lo cual orientaron sus miradas hacia personas con acceso a la vivienda.

   No demoraron en sospechar de la mujer que realizaba las tareas domésticas en el domicilio de Sonia. Esa pista los condujo hasta la localidad de Barrancas, 78 kilómetros al norte de Rosario, donde vive Primitiva T., de 53 años, y empleada doméstica de Sonia.



Poco serio. En principio, la sospechosa negó tener conocimiento del dinero sustraído. Pero durante su declaración “incurrió en reiteradas contradicciones”, dijo el jefe de la seccional 2º, Sergio Coronel. Finalmente, la mujer confesó que se había apropiado del efectivo porque “quería cuidarle la plata a la patrona”. El argumento, que a todas luces parece inverosímil, no sirvió para evitar que la apresaran.

   Al igual que Primitiva, Sonia es oriunda de Barrancas y allí se la habían recomendado hace poco más de un mes, tiempo desde el cual la mujer empezó a trabajar en el departamento rosarino. Según las fuentes, Sonia empleó a su coterránea para ayudarla, ya que estaría pasando necesidades económicas por algunos problemas de salud.

   “Primitiva T. olvidó el dicho que recomienda no morder la mano que nos da de comer”, ironizó una fuente policial.