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 domingo, 05 de agosto de 2007  
Difícil panorama en el debut de Newell’s y Central

Por Mauricio Tallone / Ovación

El tiempo de los preparativos ya es archivo para Newell’s y Central. Es hora de salir a la cancha y decirle hola al Apertura 2007. Los rojinegros ponen primera hoy ante San Lorenzo, el último campeón, en el Coloso. Y a los canallas les tocó Boca, el ganador de la Copa Libertadores de América. Pavada de estrenos para ambos. Poco recomendables para empezar a sacar piedras desde los escombros.

  Se avecina un campeonato neurálgico para ambos. Con objetivos bien delimitados y con una apuesta inicial austera. Los dos se armaron sin estridencias en las contrataciones y atendiendo cada uno sus necesidades de turno.

  No hay dudas que se acomodaron para la ocasión. Newell’s privilegió el armado defensivo, como impone esa ley no escrita para aquellos equipos que tienen la tabla de los promedios soplándole la nuca. Central directamente se subordinó a la Justicia. Por eso no se dio ningún gusto y se manejó con un presupuesto acotado y celosamente controlado.

  Newell’s mantuvo (al menos hasta ahora) a Villar en el arco. Contrató a un ganador de mil batallas como Rolando Schiavi y se desprendió de Gastón Aguirre. Para sumar fútbol en la zona de generación, llegaron Matías Donnet y Diego Torres, y el elegido para cargar con la cruz de la ausencia de Tacuara Cardozo fue otro paraguayo: Alejandro Da Silva. Las contrataciones de los laterales Pablo Aguilar y Yonny Peralta; el delantero Pablo Vásquez y los arqueros Diego Barreto (todavía no está habilitado) y Marcos Gutiérrez están remarcadas con un enorme signo de interrogación.

  El equipo sigue sostenido por tres históricos: Villar, Ré y Zapata. En el aporte de un viejo zorro como Husain y en una camada de pibes forjada en la institución, integrada por Spolli, Bernardello, Lucero, Seri, Pérez y otros.

  Central no sólo se desprendió de varios jugadores, sino que vendió al único que podía arrancarles sonrisas de oreja a oreja a sus hinchas. Se fue Angel Di María y con él todo su fútbol. Por distintos motivos también partieron el Kily González, Ariel Garcé, Ricardo Moreira, Leonel Ríos, Germán Alemanno y Roberto Acuña. Las altas que invitan a abrir expectativas son la vuelta de Emiliano Papa y el arribo de Martín Arzuaga. El resto: nombres que ni al más delirante hincha hubiera imaginado con la camiseta canalla. Oswaldo Vizcarrondo, Federico Martínez, Pablo Farías y Enrique Seccafien, por ahora, no merecen presentarlos como las grandes incorporaciones canallas.

  Ante este panorama, el equipo quedó prácticamente reducido a la jerarquía de Ronald Raldes, a la regularidad de Papa y a la consolidación de Ledesma, Borzani y Alvarez. La experiencia de Belloso y Azconzábal tampoco será un capital para despreciar y la pujanza del piberío (Costas, Núñez, Imperiale, Damián Díaz, Vizcarra, Zelaya y Velázquez, entre otros) conforma la plataforma en la que deberá lanzarse el club para consolidar un proyecto futbolístico a largo plazo.

  Desde hoy comienza un camino sinuoso para Newell’s. Pero si el equipo de Marini logra salir airoso de San Lorenzo, River, Estudiantes, Racing y Vélez, habrá motivos de sobra para mirar el futuro con más optimismo. Central tampoco la tiene fácil. El presente futbolístico e institucional no es la envidia de nadie y encima espera Boca. Llega a La Bombonera cabizbajo pero no de rodillas, con poco para perder y mucho para ganar.
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