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domingo,
05 de
agosto de
2007 |
El misterio de la Flecha de Plata de Fangio
Frank Heidmann / DPA
Se interroga a testigos, se hojean documentos, se examinan meticulosamente películas y fotos. Lo que parece la escena de un thriller policial es en realidad sólo un tribunal “sobre un puñado de pintura raspada”.
Esa es la burlona descripción que hizo uno de los expertos que participaron esta semana en la reunión del Classic Center de Mercedes-Benz, en Fellbach, cerca de la ciudad alemana de Stuttgart, sobre la investigación llevada a cabo en busca de la verdad sobre una leyenda de la historia mundial del automovilismo: el origen del Mercedes W 25, la Flecha de Plata con la que la legendaria marca germana competía en Fórmula Uno y que en los años 50 fuese el caballito de batalla del genial Juan Manuel Fangio.
De acuerdo a la versión conocida hasta ahora, el 3 de junio de 1934, en el viejo circuito de Nürburgring, el piloto Manfred von Brauchitsch ganó la carrera con su nuevo Mercedes, por delante de Hans Stuck con Auto Union (hoy Audi). Durante decenios esa fue considerada la fecha de nacimiento de las Flechas de Plata, porque para poder cumplir con los reglamentos que indicaban un peso máximo de 750 kilos, el robusto director de carreras de Mercedes, Alfred Neubauer, ordenó que se raspara el color blanco del Mercedes W 25, que en ese momento pesaba 751 kilos. El resultado fue un coche “pelado” color plata.
Esa fue la verdad absoluta hasta 1994, cuando un ex mecánico de Mercedes aseguró que los coches de carrera de Mercedes siempre fueron color plata y que la cuestión de la raspadura de la pintura es una anécdota, como muchas otras. Sus afirmaciones desataron una agria discusión que sigue hasta hoy vigente.
Defensa. Harry Niemann, director del archivo de Mercedes, defiende la versión de la pintura raspada, vigente durante 60 años, señalando que hay artículos periodísticos que hablan de un auto blanco.
Por su parte, Eberhard Reuss, un reportero de la televisión de Stuttgart y contrario a la teoría de la pintura, lanzó nueva leña al fuego hace un año, probando con fotos, películas y artículos que no hay ningún documento que pruebe la “desaparición” durante la noche de la pintura del auto.
En realidad, nunca hubo un testigo que diera fe de la supuesta acción nocturna, y todas las fotos y películas analizadas minuciosamente muestran autos de color plata. Sólo una imagen se halló en la que podría haber un bólido blanco.
La denominación “flechas de plata” incluyó en los años treinta todos los coches de carrera alemanes, también los de Auto Union, que siempre fueron de ese color, dice el experto Peter Kirchberg. Sin embargo, fue el fabricante Mercedes-Benz de Stuttgart el que registró como suyo ese nombre, que es utilizado actualmente para nuevos coches de turismo y de carreras.
Escepticismo. Entre coches expuestos de incalculable valor, la discusión en el Classic Center de Mercedes transcurrió en forma tranquila y constructiva y todos coincidieron, algunos más, otros menos, en que la historia de que la pintura blanca desapareció durante la noche no puede ser cierta.
Sí podría ser que algo parecido hubiera ocurrido en la carrera del circuito de Avus, en Berlín, una semana antes, y sólo con dos coches. Eran tiempos muy agitados, con dos carreras en una semana, con autos nuevos y con la presión de la propaganda nazi sobre los constructores, que debían superar a toda costa a los italianos y franceses.
Todo eso condujo a que un representante de Mercedes afirmara durante los debates que la historia de las Flecha de Plata, con una potencia de más de 400 caballos, tenía que “ser relativizada”.
Con o sin pintura, el origen de los bólidos de color plata tampoco pudo aclararse totalmente en esta ocasión. Lo único cierto fue esta vez que el coche original con que Von Brauchtisch ganó la carrera en junio de 1934, fue un mudo testigo de las discusiones. Estuvo allí, en un auténtico color plata.
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