La gastronomía local cambia de cara ante una demanda más sofisticada

Surgieron ofertas de tipo étnico o temático para acompañar el crecimiento turístico

Clarisa Ercolano / La Capital

De la mano del crecimiento de la actividad turística, el sector de los servicios debió ponerse a tono en Rosario para acompañar y consolidar la tendencia y la gastronomía no fue la excepción.

Así, la ciudad asistió en los últimos tiempos a la apertura de restaurantes gourmets y temáticos que acompañaron una tendencia mundial de la que la región no quiso quedarse afuera.

“Ahora ya no alcanza con poner un lugar para comer, la ambientación y la propuesta gastronómica entran en juego como también la presentación de shows y espectáculos”, describió Rodrigo Pastor, presidente de la cámara que nuclea a los gastronómicos locales.

Sobre todo en el último año, abrieron sus puertas restaurantes étnicos como aquellos que sirven comidas árabe, japonesa y hasta mexicana. Las propuestas crecen y empiezan a ocupar un espacio en los paladares rosarinos.

Pastor justifica el fenómeno en dos hechos. Por un lado, la gente está más abierta a probar cosas nuevas y por otro, muchos locales gastronómicos tradicionales —como El Cairo, el Victoria o La Buena Medida— lograron reconvertirse y aggiornarse a las demandas actuales. “Hasta las parrillas tradicionales se están haciendo eco de esta tendencia”, refirió Pastor. “El rosarino está saliendo mucho más, se está volcando a las propuestas gourmet”, señaló.



Concursos de degustación

El fenómeno se evidencia también en la realización de exposiciones organizadas por bodegas, cursos de cata patrocinados por marcas líderes y la irrupción de cerveceras como Wasteiner y Quilmes, con sesiones de cata y degustación que hace un año atrás sólo se realizaban en Buenos Aires.

“Hay marcas que ya nos ven como un polo importante para realizar este tipo de actividades y además traen sommeliers y chef para promocionar comidas de autor y las llamadas bebidas de alta gama”, confirmó el titular de la cámara gastronómica.

Y como para eventos de nivel se requiere de personal capacitado, Pastor aprovechó para remarcar el buen funcionamiento de la escuela que recientemente abrieron en la cámara. “Ya están cursando para chefs y mozos”, dijo.



No todas buenas

Más allá de la confianza de las marcas de primera línea y de la demanda local y turística, desde la agrupación se quejan por la falta de un registro de los restaurantes que hay en la ciudad. “La plaza ya está saturada y estos son trabajos que tienen gastos fijos, haya o no clientela, y la ocupación de los fines de semana no se mantiene de lunes a viernes”, dijo Pastor.

También indicó que hay muchos restaurantes en venta, pero que ninguno cuelga el cartel y trata de realizar la operación por otros canales.

“Los alquileres también juegan un rol clave, porque el que ya le puso su sello propio al lugar y logró un espacio ve que la continuidad de su negocio depende de la voluntad de la inmobiliaria para renegociar el contrato”, dijo.