Alimentos cooperativos arman una red comercial

Alimentos sanos, de producción nacional y con bajo precio que pueden adquirirse en todas las cadenas identificadas con el logo. Esa es la apuesta de la campaña “Los frutos del trabajo”, encabezada en Rosario por la agrupación de almaceneros Cadena del Centro y la red Alimentos Campesinos, una agrupación de cooperativas alimenticias y de pequeños productores de todo el país.

Juan Milito y Luis Rodríguez son dos de los impulsores de esta iniciativa que ya llega a 60 comercios rosarinos y piensa expandirse a unos 250 que integran la Cadena del Centro. Además, piensan realizar alianzas estratégicas con los mayoristas con el objetivo de masificar la propuesta. “Comparativamente, el precio entre calidad y precios es más bajo respecto de los ofrecidos por las primeras marcas”, aseguraron los dirigentes. A modo de ejemplo, señalaron que la yerba cuesta un 15 por ciento menos, la miel un10% y las salsas un 50% más barato.

La iniciativa se inscribe dentro de los lineamientos del denominado comercio justo, al que los dirigentes definen como un conjunto de factores que involucran y benefician a todos los eslabones de la cadena, que van desde la producción hasta el consumidor. “Esto tiene que ver con una cuota de ciudadanía donde el consumidor elige qué cadenas de valor favorece”, explicaron y remarcaron que “estas decisiones tienen repercusiones económicas y hasta ambientales que van más allá del precio del producto en si, porque cuando compramos, tal vez favorecemos condiciones indignas de trabajo, mal manejo de la tierra y firmas extranjeras”, dijeron.



Negocio de proximidad

Apuesta, tarea de visualización y sumatoria de voluntades. De esta manera describen los integrantes de “Los frutos del trabajo” a esta campaña que busca conseguir una cuota de mercado significativa para estos productos representativos de las economías regionales. “Este es un largo camino, que tiene que ver con competirle a los consumos masivos que se manejan en base a la publicidad”, contaron y relataron que lo suyo pasa por revalorizar la confiabilidad del comerciante cara a cara con el cliente y aconsejarlo, para que no retire compulsivamente la mercadería de las góndolas. Entre los productos que se pueden conseguir figuran las pastas frescas y diversos productos de panificación, lácteos, encurtidos, , miel, yerba, salsas y vinos.

El incremento desmedido de los precios de las verduras también responde a estrategias de mercado que pueden modificarse si la población hace propia la filosofía del comercio justo. Para Milito y Rodríguez los aumentos de los últimos días tienen que ver con la escasa oferta de productos. “Están más caros porque los quinteros se retiran del mercado acosados por el avance sojero y por las cadenas concentradoras de comercialización”, dijeron.

La formación de precios tiene que ver, para Milito, con una acumulación de fuerza del mercado, por eso nuestra idea de que cada parte de la cadena productiva no sea marginada ni tenga que pagar precios viles”, sintetizaron.