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domingo,
05 de
agosto de
2007 |
Mejora la inserción de los adultos mayores en el mercado de trabajo
Por sus habilidades, las empresas reclutan personal de este segmento etario
En el mundo actual a medida que las poblaciones envejecen también descienden las tasas de natalidad, un fenómeno que plantea —entre otros— un gran interrogante para el mundo del trabajo. En los hechos, los empleadores se interrogan sobre cómo obtendrán los recursos humanos en el futuro.
Desde ese interrogante partió la consultora Manpower para dar una señal de alerta y abrir el juego sobre lo que ellos dieron en llamar “la situación del empleo en adultos mayores”. Junto con la escasez de talentos que ya se está generalizando en muchos países, el éxodo por jubilación podría provocar un efecto paralizador en muchas economías nacionales, ya que queda desproporcionada la brecha entre activos y pasivos.
“Pusimos el foco en este tema de la escasez de talentos porque es una problemática presente y por tanto del futuro”, señaló a La Capital Alfredo Fagalde, gerente general de Manpower Argentina.
Un aspecto clave en la gestión de recursos humanos a futuro será poder manejar el flujo de talentos de manera tal que se pueda identificar a los empleados que tengan un alto potencial como sucesores y desarrollarlos al ritmo que se retiran los trabajadores mayores.
Según Fagalde, el hecho de contar con un efectivo plan de transferencia de conocimientos que se ejecute correctamente “puede marcar una enorme diferencia en la capacidad del empleador en lo que se refiere a la retención del capital intelectual crítico y mantener niveles consecuentes de desempeño a la hora de la transición del potencial jubilado a su sucesor”.
Las empresas, por su parte, están comenzando a ser conscientes de esta problemática. Sin embargo, desde la consultora indicaron que todo indica que la escasez de talentos se agudizará en los próximos años, y las compañías “deberán articular distintas estrategias para enfrentar ese problema”.
Estar preparados
Atraer y retener a trabajadores mayores cobrará importancia en la agenda empresarial ya que está claro que el segmento de la fuerza laboral que aún sigue sin ser aprovechado es el de los adultos de mayor edad, mucho más si se considera que la mayoría de ellos todavía goza de buena salud y puede aportar su conocimiento por mucho tiempo más. Sin embargo, según Manpower, “no se identifica aún que las empresas estén implementando estrategias para reclutar trabajadores maduros, por lo menos no en forma mayoritaria o masiva”.
Y otra incógnita que se plantea es cómo retener trabajadores mayores en edad de jubilarse. Para Fagalde, la mejor forma será tener los puestos de trabajo que ellos quieren a esa altura de sus vidas. “Trabajo flexible, o a tiempo parcial, que les interese”, dijo o bien “trabajar en base a proyectos también será una alternativa de interés para ellos pues les permitirá mantenerse activos, pero a la vez con un ritmo menos exigente, que les permita un adecuado balance entre su vida personal y su trabajo.”
Demasiadas vacantes
Claramente los puestos de ingeniería, los técnicos y los representantes de ventas son los más difíciles de cubrir y frente a eso hay una tendencia que se evidencia en que varias empresas que abren y amplían sus requisitos de ingreso a gente de mayor edad.
“La apreciación de la experiencia y del conocimiento de las tareas, están, tímida pero sostenidamente, dando lugar a los adultos mayores”, refirió Fagalde. “Uno de los muchos ejemplos que podemos dar es precisamente el de una importante entidad bancaria de Capital Federal, con gran trayectoria local, que cuenta con personal de más de 45 o 50 años desarrollando tareas de cajeros, debido al gran dominio de la función que los mismos tienen, tras una larga experiencia adquirida en entidades del rubro”, señaló el directivo de Manpower.
Según explicó, esto llevó a que a la hora de las nuevas incorporaciones la entidad bancaria inclinara la balanza basándose en la experiencia como base para acortar los tiempos de capacitación”.
El caso sueco
A nivel internacional la tendencia es marcada. Por caso, Suecia modificó su sistema de pensiones en el año 1999 y el nuevo modelo ata las pensiones públicas a los ingresos y aportes realizados por los individuos en actividad considerando también las expectativas de vida.
Al calcular los beneficios según los sueldos del individuo y las proyecciones demográficas, el gobierno tiene una flexibilidad extra para adaptarse a los cambios de población o de ingresos.
“El sistema es sin dudas realista y afronta el problema de raíz. Sin embargo desde su instalación la economía sueca fue próspera y por eso la población retirada no ha tenido impacto negativo. El desafío es qué ocurrirá ante un escenario de recesión o caída de actividad”, puntualizó Fagalde.
C.E
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