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 miércoles, 01 de agosto de 2007  
El Litoral comezó agosto tomando caña con ruda

Corrientes- Miles de correntinos, chaqueños, santafesinos del norte y misioneros cumplieron hoy, desde muy temprano, con el rito de beber en ayunas caña con ruda, una mixtura que, según las creencias guaraníticas, sirve para prevenir enfermedades durante el resto del año.

Varios locales comerciales donde se distribuye gratuitamente el tradicional brebaje se vieron desbordados por parroquianos deseosos de iniciar la jornada con un trago del elixir de la buena salud, como por ejemplo la agencia de quiniela de Carlos Colombo, que además incorporó músicos chamameceros.

El Gordo Colombo, como se lo conoce en esta capital, preparó como cada año más de 25 litros de caña con ruda para convidar a los transeúntes desde las seis de la mañana en su negocio de la calle San Juan al 700.

Allí, en plena zona de bancos y confiterías, los artistas convocados por Colombo hicieron sonar acordeones y guitarras como señal de invitación al ritual que se practica desde tiempos ancestrales en esta parte del país.

Los indios guaraníes concibieron distintos preparados medicinales que aún hoy se consumen en las casas correntinas y del resto de la región litoraleña, pero el más emblemático es la caña con ruda, por sus componentes espirituosos y la mezcla de dos cultivos típicos de América del Sur.

El fallecido profesor Ertivio Acosta, un estudioso de las tradiciones guaraníticas de origen chaqueño, ha escrito que los caciques guaraníes inducían a sus comunidades a beber el preparado en las postrimerías del invierno, antes de que se iniciaran las temporadas lluviosas.

“Era una forma de protegerse de las enfermedades que traía aparejada la época de clima desfavorable”, recordó Colombo, un defensor del ritual que promete continuar fabricando artesanalmente la bebida hasta que le quede “un hilo de vida”.

La caña con ruda también se transforma en un negocio en esta época del año, dado que bares y cafés ofrecen el producto envasado en botellas de distintos tamaños, que este año van desde los 12 a los 30 pesos.

Cada año los cultores de esta práctica preventiva salen a comprar una petaca de caña con ruda para guardar en la alacena a la espera del amanecer del 1 de agosto, cuando el desayuno se reemplaza por un trago del amargo potaje guaranítico. (DyN)
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