¿Volvió para quedarse?

Villar se sumó ayer a las prácticas de Newell’s. “No sé nada de mi futuro”, dijo el paraguayo

Antes de irse a la Copa América, Justo Villar imaginó que sólo vendría a la práctica de Newell’s para despedirse de sus compañeros. Es que el paraguayo se fue con su selección a Venezuela con la certeza de que su ciclo en el arco rojinegro estaba terminado. Pero ayer se sumó a los entrenamientos en Bella Vista y se mostró recuperado del desgarro en el aductor derecho que lo obligó a decirle adiós a la Copa América.

“Estoy recuperado de la lesión que sufrí en la Copa América. Por eso me sumé a los entrenamientos con Newell’s. Por ahora me veo acá”. La respuesta de Villar fue tan clara que casi no hubo necesidad de plegarse a las idas y vueltas que generó su posible transferencia a River.   “Mi responsabilidad es empezar a practicar con mis compañeros. Realmente no sé qué será de mi futuro. Las negociaciones con River no dependen de mí. Lo importante es que cuando se defina algo yo esté bien físicamente. Espero tranquilo. Además, ya me acostumbré a este tipo de situaciones. No es la primera vez que se dice que me voy y al final no pasa nada”, aseguró el paraguayo durante la charla con los periodistas al final de la práctica matutina de ayer.

Villar sabe como nadie que aquel que se quema con leche cuando ve una vaca llora. Por eso no quiere hacerse ilusiones gratuitamente. El único indicador que tiene de que sus días en Newell’s podrían estar contados es la contratación de su compatriota Diego Barreto y de un viejo conocido como el experimentado Marcos Gutiérrez.

“El presidente López contrató a dos arqueros. Es que cuando yo me fui a la Copa América estaba la posibilidad de que podía transferirme. Con Diego (Barreto) no pude hablar porque yo llegué a Rosario el sábado y ese día él viajó a Paraguay para visitar a su familia. Me pone muy contento que tenga la posibilidad de demostrar sus condiciones en Newell’s”, sostuvo.

Justo Villar no dejó afuera del inventario de temas la lesión que lo marginó de la última Copa América y la frustrante sensación que sintió cuando se preparó para todo y al final se quedó sin nada, como también le ocurrió en el Mundial 2006.

“Cuando me lesioné me quería matar. Son cosas que pasan en el fútbol y hay que saber sobrellevarla. Fue distinto a lo que me pasó en el Mundial porque en Venezuela, al menos, llegué a jugar un partido entero”, finalizó con resignación Villar.

Está bien. Villar aseguró estar recuperado de la lesión que sufrió en la Copa América.