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lunes,
16 de
julio de
2007 |
Descubren nueva forma de detectar un tipo de cáncer de próstata
Londres.- Científicos descubrieron un nuevo modo de identificar una forma particularmente mortal de cáncer de próstata, en un avance que podría evitar que cada año decenas de miles de hombres se sometan a una cirugía innecesaria.
A diferencia de muchos cánceres, sólo ciertos tipos de tumor prostático requieren tratamiento. Muchos son de crecimiento lento e implican una amenaza menor para la salud. Con todo, diferenciar a los “tigres” de los “gatitos”, según los apodan los oncólogos, es complicado.
Sin embargo, esto cambiaría con la investigación publicada el lunes, que muestra cómo una variación genética dentro de las células tumorales puede indicar si un paciente posee una forma potencialmente letal de la enfermedad.
“Esto proveerá un grado adicional de certeza sobre si un cáncer se volverá agresivo o indolente y eso es realmente lo que queremos saber”, dijo a Reuters Colin Cooper, profesor de Biología Molecular del Instituto Británico de Investigación del Cáncer.
“Muchas personas son tratadas radicalmente pero probablemente dos tercios de ellas nunca necesitaron ser tratadas”, agregó el investigador.
La cirugía radical de próstata generalmente produce efectos como impotencia e incontinencia, por lo que cualquier sistema que minimice el tratamiento sería un beneficio importante para la calidad de vida.
Cooper, que trabajó en el nuevo marcador genético con Jack Cuzick, del Instituto de Medicina Preventiva Wolfson, explicó en un artículo en la revista Oncogene cómo un cambio genético específico podría impactar drásticamente en las tasas de supervivencia.
Los científicos sabían que los cánceres de próstata comúnmente contienen una fusión de los genes TMPRSS2 y ERG, pero el nuevo estudio reveló que en el 6,6 por ciento de los casos esta fusión estaba duplicada, creando una alteración letal conocida como 2+Edel.
Los pacientes con 2+Edel tienen una tasa de sobrevida de sólo el 25 por ciento después de ocho años de enfermedad, comparado con el 90 por ciento en los casos en que no se presentan alteraciones en esa región del ADN.
“Tener dos copias es realmente una mala noticia”, señaló Cooper.
No obstante, aún no está claro cómo esa duplicación hace más agresivos a los tumores, aunque Cooper especula que podría causar una mayor expresión de las proteínas necesarias para manejar el crecimiento tumoral o ser un indicador más general de inestabilidad del genoma. (Reuters)
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