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lunes,
16 de
julio de
2007 |
La Virgen de Luján tendrá un cuádruple blindaje
La imagen original de la Virgen de Luján tendrá un blindaje de protección contra un posible ataque vandálico o episodio de inseguridad, mediante una obra que demandará 120 días y requerirá una inversión próxima a 100 mil dólares.
La reliquia será montada sobre un mecanismo especial con el objetivo de reducir al mínimo la manipulación en el transporte y movilidad que imponen los ritos de culto en honor de la patrona nacional.
La idea de preservarla pertenece al arzobispo de la diócesis bonaerense de las ciudades de Mercedes y Luján, monseñor Rubén Di Monte, quien expresó temor ante la posibilidad de que “un desequilibrado pueda agredir a martillazos” la estatuilla de terracota del siglo XVII.
El prelado recordó como antecedentes el ataque de 1975 a La Piedad, de Miguel Angel, en la basílica de San Pedro, o las dos oportunidades en que se violentó la imagen de Nuestra Señora de Aparecida, que los católicos veneran en el santuario mariano dedicado a la patrona del Brasil.
“Si no le pasa nada a la Virgen, nadie se acordará de mí. Pero si le pasa, me van a maldecir mil años”, dijo el prelado al firmar el convenio de adjudicación de obra con la empresa Nilo Construcciones.
Cuatro vidrios antibala. Cuatro vidrios capaces, aseguran los técnicos en seguridad, de resistir un ataque con munición de grueso calibre, protegerán la estatuilla de valor religioso e histórico.
También demandó un minucioso estudio previo el recinto donde se ubicará la figura de apenas 38 centímetros moldeada en arcilla cocida, por tratarse de un material propenso al deterioro por acción de la humedad, la temperatura y la luz.
“No se optó por una caja herméticamente cerrada sino por cuatro vidrios a modo de escudos, sin techo, que permitan una ventilación natural de ese espacio”, explicó el arquitecto Rodolfo Morello.
Tras adelantar que se eligieron cristales multilaminados para confeccionar la caja, el especialista puntualizó que debieron recurrir a “un sistema interior de iluminación fría” a fin de eliminar el reflejo de luces sobre las planchas de protección.
Morello precisó que un equipo luminotécnico se encargó de seleccionar los artefactos y filtros apropiados, para “regular la composición espectral de la luz sin alterar el color de la figura religiosa en exposición”.
Un colaborador del obispo mercedino dijo que la iniciativa, polémica para algunos, “entusiasma” a los peregrinos que acuden a la basílica de Luján porque la imagen estará “más cerca de los fieles, aunque no podrán tocarla”.
El proyecto prevé en este sentido un sistema de montacarga o grúa de desplazamiento para bajar “el recinto antivandálico” desde los seis metros, donde se encuentra el camarín de la Virgen, hasta el metro y medio sobre el sagrario de la capilla ubicada a espaldas del altar mayor del santuario.
Morello aclaró que ese mecanismo, una suerte de pirámide de hierro, se apoyará sobre la base del templo y no sobre el altar, y aseguró que tampoco impedirá que la imagen gire hacia la nave central del templo y hacia los costados.
El trabajo, que contempla una segunda etapa en septiembre, es considerado la primera obra pública que autorizó Kirchner. l (DyN)
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