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 miércoles, 11 de julio de 2007  
Beach volley: la oportunidad soñada en una plaza de Río
Fabio Pérez, que vive en Ricardone, y el marplatense Suárez irán a los Juegos

Rodolfo Parody / Ovación

En la soledad del balneario La Florida, el marplatense Pablo Suárez arma la jugada para que el bonaerense Fabio Pérez se eleve y remate con fuerza. Del otro lado de la red no hay nadie. Así entrena una de las parejas que representará al país en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Casi una síntesis de una carrera cimentada con mucho esfuerzo.

  “Queríamos ir a la etapa de Montreal de la Copa del Mundo para llegar en mejor forma a los Panamericanos. No pudo ser, aunque somos conscientes de que la Feva (Federación de Voleibol Argentino) hizo gestiones para viajar”, dice Pérez, nacido en Sandugaray, a pocos kilómetros de Sierra de la Ventana, pero que en la actualidad vive en Ricardone.

  Ambos se conocieron en diciembre de 2005 y la primera vez que se juntaron llegaron a la final en Pinamar. Durante toda la temporada se metieron en las definiciones de las distintas etapas del torneo Argentino y finalizaron en el segundo lugar del ranking nacional.

  “En la temporada 2006-2007 tuvimos el mismo nivel de juego, perdiendo en finales muy ajustadas con Conde y Baracetti (la mejor dupla argentina). A partir de estas actuaciones, la Feva nos designó para ir a los Panamericanos”, cuenta Pérez, de 37 años.

  “Esperábamos una oportunidad así para probarnos en el nivel internacional, porque debido a los costos se nos hace difícil salir al exterior. Es una lástima que no hayamos podido competir afuera para prepararnos para los Panamericanos. En Río nos faltará ritmo de competencia”, sostiene Suárez, de 25 años.

  A pesar de todo, Pérez derrocha optimismo. “Puedo garantizar que vamos a andar bien. Nuestro nivel de juego es bueno y tenemos la preparación física de Mario Mouche, que es una eminencia”, sostiene.

  “Contamos con la ventaja de que habrá cuatro grupos y clasificarán los dos primeros, por lo que tendremos tiempo de adquirir ritmo a medida que transcurra la competencia”, agregó.

  “Siempre queremos ganar y con Fabio aspiramos a traer una medalla. Ojalá lleguemos a una final”, sueña Suárez.

  “Nuestro objetivo es una medalla y eso será una consecuencia de cómo juguemos. Confío mucho en Pablo, que para mí es el segundo mejor defensor del país, ahí nomás detrás de Conde. Y si este viejito se pone las pilas (risas), haremos ruido”, dice Pérez. l
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Piensan en grande. Pérez y Suárez aspiran a subir al podio.


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