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 miércoles, 11 de julio de 2007  
Ratifican pena de muerte a extranjeros por contagiar sida a niños

Trípoli.- La Corte Suprema de Libia confirmó hoy la pena de muerte para cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino acusados de infectar con el virus del Sida a unos 400 niños, pero el veredicto podría no ser la última palabra.

El Consejo Superior de la Magistratura, que está encabezado por el ministro de Justicia, podría ratificar o rechazar las penas o suavizarlas, en medio de fuertes presiones internacionales sobre Libia para que libere a los seis extranjeros.

“La Corte aceptó la apelación en sus principios pero la rechaza en su contenido, por lo tanto decide ratificar el veredicto” contra los condenados, anunció el juez Fathi Dahan, citado por la agencia Europa Press.

Las enfermeras y el doctor estuvieron ausentes en la audiencia en la que se anunció la confirmación de su sentencia, que fue criticada de inmediato por la UE.

“Espero aún que los acusados reciban un indulto”, dijo la comisionado de Relaciones Exteriores europea, Benita Ferrero Waldner, en Bruselas.

Ni el juez ni el abogado de las enfermeras, Hari Haralampiew, mencionaron un acuerdo anunciado ayer por una fundación libia encabezada por el hijo del presidente del país, Muammar Kadafi.

La Fundación Internacional Kadafi para las Asociaciones de Caridad, dijo que las familias de los chicos infectados con HIV alcanzaron un acuerdo con las enfermeras y el doctor, pero no precisó si incluye indemnizaciones a las familias.

El proceso desató la indignación internacional. La defensa contaba con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Libia está sometida a una intensa presión mundial para liberar a las seis personas que niegan haber infectado a los niños. El caso se convirtió en un obstáculo en las intenciones de Libia de recomponer sus relaciones con Estados Unidos y la UE.

El presidente estadounidense, George W. Bush, pidió el mes pasado la liberación de los condenados.

Los trabajadores médicos fueron condenados en 2004, pero la Corte Suprema ordenó un nuevo juicio ante la reacción mundial.

En un fallo que sacudió a Europa, el segundo juicio terminó con la ratificación de la pena de muerte, en diciembre pasado, pese a informes periciales de que la infección por HIV abundaba en el hospital donde supuestamente ocurrieron los contagios.

Los seis entraron a trabajar en ese hospital de la ciudad de Benghazi en 1998 y fueron detenidos al año siguiente luego de que 400 niños contrajeron el HIV, 50 de los cuales murieron.

La Fiscalía insistió en que los seis condenados infectaron a los chicos intencionalmente como parte de un experimento para hallar la cura de la enfermedad. La defensa argumentó que los niños se infectaron por la falta de higiene del hospital.

Los acusados dijeron que fueron torturados para confesar su culpabilidad. Algunas enfermeras denunciaron que fueron violadas. (Télam)
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