Comenzó el plan de desarme

Con la destrucción de un revólver que perteneció a la comuna de Necochea, se inició ayer en esa ciudad bonaerense el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego con una ceremonia que fue encabezada por el director del Registro Nacional de Armas (Renar), Andrés Meiszner, y contó con la presencia de Adrián Marcenac y Mónica Bouyssede, padres de Alfredo Marcenac, el estudiante asesinado a tiros en junio de 2006 en el barrio porteño de Belgrano.

   El programa es impulsado por el gobierno nacional, a través del Ministerio del Interior, y consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones, legales e ilegales, a cambio de incentivos de entre 100 y 450 pesos.

   Las armas entregadas son inutilizadas de inmediato y, en un plazo de 60 días, totalmente destruidas. “Para nosotros la implementación del programa a través de la ley 26.216 es parte de una política de control de armas diseñada por el organismo conjuntamente con el Ministerio del Interior”, explicó Meiszner. Acerca de la entrega de una suma de dinero a cambio de cada arma, el funcionario señaló que “no es una compra, sino un incentivo hacia la cultura del no uso de armas, hacia la cultura de la responsabilidad”. l (Télam)