Niños de la calle

Cruel y oscura partida de ajedrez, pequeñas e inocentes piezas conducidas hacia un terrorífico destino por manos invisibles, ambiente de resignación y violencia, escenario de infancia y tragedia. Pensemos a nuestra ciudad como el tablero de maniobras de aquel temible juego, donde personas (¿personas?) ocultas como fantasmas utilizan a los niños como medio para obtener ganancias. Miradas que, a pesar de la dureza del trabajo y la ignorancia social, continúan reflejando la esperanza y los sueños típicos de la niñez. ¡Por favor, hagamos algo para que esas miradas puedan seguir brillando!

Sebastián Isla

DNI 32.908.242