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domingo,
01 de
julio de
2007 |
Trucos para contar la historia
“Eichmann en Argentina” es un libro histórico, donde cada línea escrita obedece a una fuente. Sin embargo, cuando coinciden varias fuentes sobre determinado episodio “me siento en libertad para dialogarlo y aplicar algún otro recurso narrativo. Un libro de historia puede usar recursos como el racconto, cortar la trama y suspender la intriga para mantener interés en el lector”, explica Abós.
El libro ofrece crónica de detalle, escenas que atrapan, climas, todo ajustado a la verdad histórica. Abós se recuesta en su experiencia. “Modestamente, si bien no diría que soy un buen escritor, sí me considero un buen investigador. Aprendí a usar mucho a las fuentes, las crónicas periodísticas, y la correspondencia, pero no soy esclavo de nadie. Si agrego dramatismo es porque la historia lo merece”, dice, sonríe, y toma un sorbo de café.
—Hay quienes critican esas licencias narrativas.
—¿Quién sabe exactamente cómo fueron las cosas? Ni el mejor historiador puede contestar algunas preguntas. Por ejemplo, ¿cómo murió San Martín?, ¿cómo fueron esos instantes finales?, Yo diría que un buen historiador necesita saber narrar; sino, está listo.
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