Central siempre está

Fuiste a Vélez, saliste campeón, pero el plateísta te maltrató cuando arreglaste con Boca. Llegaste y hasta que no ganaste la Copa te miraban de reojo y alguno aún te sigue evaluando. ¿Te pusiste a pensar cómo te trataría el hincha de Central si dirigiendo el equipo ganabas un título o la Libertadores?

  —Y por ahí me tengo que ir al otro día (se ríe). Nunca se sabe, no con el hincha de Central porque sabe muy bien lo que tiene y lo que quiere. Cuando estuve en Central se dieron otras cosas importantes, pero no logramos títulos, y no se dio. Tal vez yo tampoco estaba preparado en ese momento.

  —¿Cómo se ve Central desde Buenos Aires?

  —No es bueno lo que se ve desde allá. A Central se lo ve como un gran lío. Cuando en un club de fútbol como Central se habla más de jueces, fiscales, abogados y denuncias que de fútbol, seguro que el panorama no es bueno. Y lo sufro. Muchas veces no quiero hablar de Central porque no faltará alguno que me acuse de demagogo. Pero el hincha me conoce y sabe que me duele ver lo que hicieron de Central en estos últimos años. La situación es grave.

  —¿Tu frase “Esto es Central”..?

  —No, no, paren, esa frase la dije en otro contexto, en un club que no es este. La dije en otra realidad muy diferente y en un sentido meramente futbolístico. Cuando dije esa frase fue para expresar que Central es capaz de toda hazaña, pero siempre en lo futbolístico. No tengo dudas del potencial del club. De hecho, más allá de los problemas económicos lógicos que tenía la institución en las dos ocasiones que me contrataron, Central se proyectaba, tenía equipos competitivos y las divisiones inferiores estaban organizadas. Pero cuando aparecen dirigentes denunciados, suspendidos, expulsados y la intervención de la Justicia, no hay dudas que la situación es muy delicada. Está claro que los dirigentes no funcionaron.

  —¿Qué salida le vislumbrás?

  —No me imagino a Central en la quiebra. En la Argentina la mayoría de los clubes que pasaron por allí no tuvieron un buen final. Confío mucho en la gente, porque Central está vivo. Tal vez deba organizar una nueva administración sabiendo que el fútbol tiene ribetes empresariales que se deben manejar, y esto demandará varios años de trabajo, orden, criterio, aunque creo que en lo futbolístico la recuperación puede ser más rápida, porque el jugador rosarino siempre tiene un plus sobre el resto. Confío que Central saldrá de esta situación.